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Reseña

Renovación y memoriaRenovación y memoria
Ocho años de un teatro público

 

Asunción Burgueño

 

VVAA. Madrid, Centro Dramático Nacional,
Colección Laboratorio, 2020, 355 pp.

 

 

 

Renovación y memoria Ocho años de un teatro público  fue publicada por el Centro Dramático Nacional en su Colección Laboratorio, bajo la dirección de Ernesto Caballero y con la coordinación editorial del Departamento de Comunicación y Publicaciones.

La obra consta de una primera parte textual, firmada por cinco relevantes figuras actuales del mundo de la creación dramática, de la dirección dramatúrgica o del estudio de las artes escénicas, y una segunda parte, eminentemente gráfica, de carácter documental. En la primera,  Alfredo Sanzol, Ernesto Caballero, Fernando Doménech, Cristina Santolaria y Eduardo Pérez-Rasilla ofrecen significativas aproximaciones al trabajo teatral del Centro Dramático Nacional, entre el año 2012 y el 2020.  Y, en la segunda, se recopila las fichas de estreno y las fotos correspondientes a las obras representadas en las temporadas teatrales objeto de la publicación (desde la de 2012-2013 a la de 2019-2020).

El dramaturgo,  director teatral y actual director del CDN, Alfredo Sanzol, da cuenta, en el Prólogo, de la intención de la obra: “hacer memoria […] dejar testimonio para las generaciones futuras”  de la creación teatral —de naturaleza efímera—  durante la etapa en que  Ernesto Caballero dirigió el Centro Dramático Nacional.

Ernesto Caballero —dramaturgo, director de escena, profesor y director del CDN durante el periodo objeto del estudio, describe, en Memoria de un eslabón, su experiencia como director del CDN y su forma de acometer el objetivo de “mantenimiento y renovación del repertorio”, objetivo destacado en los estatutos del CDN. En este apartado el lector descubrirá el legado que Ernesto Caballero reconoce haber recibido de sus antecesores en el cargo de director del CDN, y su actividad para conectar con la realidad del momento dando nuevos enfoques a nuestra dramaturgia.

Fernando Doménech  se centra en el repertorio y presenta un lúcido viaje  desde sus orígenes atenienses al repertorio del CDN. En su exhaustivo artículo  Ocho años de teatro público,  destaca el tradicional repertorio de clásicos  españoles y extranjeros y  pone de manifiesto el carácter renovador e investigador del CDN —a través de su programación regular y la de “Una mirada al mundo” y de sus diferentes espacios escénicos— evidencia  la apertura del Centro al repertorio extranjero y al teatro contemporáneo y se pregunta acerca de cuál debe ser la programación que corresponda al teatro público.

Cristina Santolaria fija su mirada, en su presentación Las otras operaciones rescate y restitución. Y también… una operación de justicia,  en cómo la programación del CDN entre  2012 y 2020 incorpora autores del exilio y de las generaciones realistas y simbolistas y recupera textos de dramaturgas del siglo XX nunca estrenados, a la vez que normaliza la presencia de autoras y directoras en sus espectáculos. De este modo destaca el riesgo asumido por el director del CDN al incorporar también a sus programaciones estas  dramaturgias trasgresoras, desconocidas u olvidadas. Al final de este apartado se presenta al lector una bibliografía específica.

Eduardo Pérez-Rasilla  clasifica, con un criterio personal, los espectáculos programados en el CDN, en sus Reflexiones sobre la política teatral del Centro Dramático Nacional en el periodo 2012-2020. El autor tiene en cuenta cuatro variables: 1) la pertenencia a un programa establecido por el CDN, 2) su singularidad estilística y temática, 3) la situación de sus autores/creadores y 4) las condiciones del proceso de creación, a fin de mostrar la imagen del teatro español concebida por el CDN durante el periodo analizado.

Renovación y memoria. Ocho años de un teatro público es una publicación muy oportuna por su voluntad de preservación del patrimonio teatral del Centro Dramático Nacional, en el periodo comprendido entre el 2012 y el 2020, bajo la dirección de Ernesto Caballero; pero, sobre todo, es oportuna porque hace evidentes las grandes transformaciones que se están produciendo en la tipología de los espectáculos, sus públicos y lugares de exhibición y permite entenderlas y valorarlas en su contexto histórico. Es, además,  una publicación arriesgada en cuanto a que la documentación e investigación llevadas a cabo por sus autores (Ernesto Caballero, Fernando Doménech, Eduardo Pérez-Rasilla, Cristina Santolaria y Alfredo Sanzol) es paralela a la evolución de la propia institución en que se centran sus trabajos y sus estudios se incorporarán a la historia del Centro Dramático Nacional.

Son muchos los méritos destacables de la obra:

  • el sugerente y definitorio título: Renovación y memoria, casi un oxímoron
  • la profundidad y actualidad de sus contenidos
  • el interés de  todos sus artículos para el público general que disfrutará de su lectura por la amenidad expositiva y la variedad de sus perspectivas de análisis
  • la selección temática que satisfará al público especializado o relacionado con la profesión teatral, por el rigor documental, la profundidad de análisis y el asumido riesgo de las aportaciones personales de los cinco autores que colaboran en la publicación
  • la iluminadora referencia a las distintas funciones abordadas por el CDN, entre las que destacan:
    • diseñar programaciones teatrales que muestran lenguajes escénicos diversos y formas escénicas no convencionales (Ciclo “El lugar sin límites”)
    • presentar obras de los más premiados dramaturgos en las diferentes lenguas peninsulares y dar a conocer a generaciones jóvenes de dramaturgos cuyo prestigio se ha ido afianzando (a través de  las “Lecturas dramatizadas”)
    • señalar propuestas de trabajo orientadas en muy diversas direcciones: teatro extranjero, teatro clásico, teatro de autoría o dirección de mujeres
    • equilibrar el número de hombres y mujeres en la creación dramática y en la dirección escénica
    • confrontar a los espectadores con trabajos en proceso, de muy variadas textualidades, de dramaturgos emergentes (programa “Escritos en escena”, acción que se inserta en el Laboratorio Rivas Cherif y “Lecturas dramatizadas”)
    • colaborar en trabajos de investigación o de renovación formal con otras salas o colectivos de creación
    • eliminar barreras para el acceso a la cultura (festival “Una mirada diferente” y adecuación y habilitación de espacios y recursos que facilitan el acceso físico y sensorial)
    • reconocer, evidenciar e investigar sobre la trayectoria de mujeres intelectuales significativas relacionadas con el teatro de principios del s. XX (ciclo “En letra grande”)
    • incrementar la formación del público (mediante publicaciones como los Cuadernos pedagógicos o  los vídeos de la serie Nuestro teatro)
  • la valiosa parte gráfica de los programas de mano, que actualiza en los lectores sus vivencias como espectadores o complementa e ilustra las referencias de los artículos que aparecen en la primera parte del libro
  • la cuidada y atractiva impresión de la publicación, que anima a una lectura atenta y lúdica simultáneamente

Y si abundantes son los méritos, numerosas son también las preguntas que pueden surgir ante este “ejercicio” de la memoria y de la renovación con que Ernesto Caballero impregnó, durante ocho temporadas, el teatro público, desde la dirección del CDN.

En Renovación y memoria. Ocho años de un teatro público se abren tentadoras vías de reflexión que miran hacia el público, tan presente como ausente en las salas y tan inconsciente como relevante en su papel de espectador real. Ernesto Caballero, Fernando Doménech y Cristina Santolaria aluden tangencialmente al público, pero sería una interesante aportación la que abordara su “feedback” (la información del público sobre la propuesta teatral). Para ello habría que delimitar cómo es el público hoy, qué público va al teatro, qué busca el público en el teatro, cómo condiciona el público la programación,… Es muy frecuente que los espectadores se reconozcan en personajes, acciones, sentimientos, historias,… o que todo les deje fríos y se sientan inquietos o rechazados, o que busquen una conexión con la escena y perciban cómo estallan sus convicciones o cómo emerge la furia de quien ha dejado de comprender. Pero, qué busca la escena cuando emociona al público, cuando lo distrae, asombra, confunde, enfada, enseña, halaga… y ¿a qué espectador busca?

En mi opinión Renovación y memoria. Ocho años de un teatro público ofrece una experta y minuciosa mirada a los deseos y los logros de ocho temporadas de trabajo en el teatro público y para el teatro público, y revisa caleidoscópicamente la contribución de Ernesto Caballero a un gran proyecto cultural levantado sobre la escena.  Renovación y memoria. Ocho años de un teatro público fija lo efímero e imprevisible del teatro para seguir haciendo posible que el fermento de la memoria alumbre la renovación.

 

 

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