Las Puertas del Drama.
Índices. 1999-2020

CDAEM con la Colaboración de la AAT. 2021

En línea:
https://www.teatro.es/contenidos2/indices-las-puertas-del-drama/

 

Cristina Santolaria Solano

 

 

La publicación de estos Índices de Las Puertas del Drama supone para mí un doble motivo de satisfacción: como miembro de la AAT estrechamente vinculada a la revista en diferentes etapas de mi vida y como investigadora y consumidora de las ediciones del Centro de Documentación de las Artes Escénicas y de la Música (CDAEM), centro antes sólo dedicado al teatro y, tangencialmente, al circo (CDT).

Desde 1991 en que Moisés Pérez Coterillo, como director del CDT, inició la serie de trabajos de indización y antología de los 30 primeros años de Primer Acto, a los que siguieron los de El Público, Pipirijaina y Primer Acto (1987-1998), de la mano de quien esto suscribe, y, tuvieron continuidad, bajo la tutela de Julio Huélamo, en los de Yorick, El Teatro (1909-1910) y El Teatro (1900-1905), todos ellos realizados por la incuestionable sabiduría y laboriosidad de Lola Puebla, esta actividad se ha convertido en uno de los muchos puntales, no siempre suficientemente reconocidos, del Centro de Documentación del INAEM.

Ahora, bajo la atenta mirada de Javier de Dios y coordinados por Berta Muñoz, han aparecido estos nuevos índices de Las Puertas del Drama, que siguen la estela de los precedentes pero que, debido a la implantación de las nuevas tecnologías, han obligado a modificar sus planteamientos iniciales: se han añadido una serie de herramientas informáticas de descripción, de carácter analítico, que enriquecen el trabajo. Como señalan los responsables de la publicación, estos “Índices no solo muestran los datos bibliográficos básicos de cada artículo, sino que constituyen el fruto de un análisis documental del contenido de esos artículos”, a partir de los cuales se ha extraído la información para los diferentes apartados de la publicación:

• Índice general, que incluye los sumarios de la revista desde los números -3 (1999) hasta el 54 (2020).
• Índices de firmas de los colaboradores en todas sus variantes, desde los articulistas a los participantes en coloquios.
• Índice onomástico, de aquellas personas que son objeto de estudio y reflexión en los artículos de la revista.
• Índice de títulos citados.
• Índice de materias, que incluyen los términos relacionados con el lenguaje escénico, hechos históricos, conceptos relacionados con la política, etc.
• Índice de entidades, tales como núcleos de producción, festivales, espacios escénicos, asociaciones, etc.
• Índice por secciones, de manera que se pueda ver los temas abordados, de forma prioritaria, en cada una de las secciones  que, a lo largo de estas dos décadas, han conformado Las Puertas de Drama.

Por otra parte, las nuevas tecnologías ofrecen, además,  la posibilidad, mediante un buscador a texto libre, de rastrear los nombres o palabras objeto de interés. Así mismo, un enlace remite al artículo íntegro vinculado a cada uno de los ítems de los índices. Todas estas herramientas que favorecen la búsqueda y la lectura, se complementan con un diseño muy cuidado de la publicación, en el que se incluyen fotografías y otros elementos gráficos.

Toda esta labor documental, coordinada, como decimos, por Berta Muñoz, quien, por otra parte, participó en la coordinación de la revista, viene precedida por un artículo de Javier de Dios, en el que relaciona Las Puertas del Drama con otras revistas editadas, desde el siglo XIX, por el colectivo de los autores, a la par que recuerda el enraizamiento de la cabecera de la revista con la obra lorquiana, lo que ya adelantaba los derroteros por los que sus promotores pretendían conducirla, un espacio de reflexión y de confrontación de opiniones. Estas palabras de presentación tienen continuidad en el irónico artículo “Muerto el perro, se acabó la rabia”, de Jesús Campos, Presidente de honor de la AAT y director de Las Puertas del Drama entre 1999 y 2015. Desde esta perspectiva, Campos alude a la creación de la Asociación derivada de la necesidad de los dramaturgos de reivindicar su papel en el teatro de la España democrática, tras un largo periodo en que se había negado, no su existencia, pero sí su validez. Consecuencia de esta necesidad fue el nacimiento de la revista, que debía dar voz a este sector, “tanto para reflexionar sobre los procesos de creación y los distintos posicionamientos  frente a la tradición, la vanguardia, su función social, su voluntad de estilo, etc.,  como sobre su relación con los otros oficios teatrales, con las instituciones y con la sociedad en general”. Esta parte preliminar se cierra con un detallado artículo de Miguel Signes, co-director de Las Puertas del Drama desde 2015, en el que repasa la intrahistoria de la revista, sus diferentes etapas y consejos de redacción, y su, con frecuencia, dificultoso devenir, a la vez que desgrana los principales contenidos de la misma.

Las Puertas del Drama. Índices. 1999-2020 es, sin duda, una publicación necesaria no solo para los autores e investigadores del hecho escénico, sino también para los interesados en el pasado y presente de nuestro país, porque conviene no olvidar el papel de catalizador y testigo del teatro, y sus creadores, en la sociedad.