Con textos de: Tomás Afán, Antonia Bueno, Jesús Campos, Pedro Catalán, Alberto de Casso, Maxi de Diego, Javier de Dios, Julio Fernández, Rita Forlani, Yolanda García Serrano, Juan Pablo Heras, Fernando J. López, Luis Maluenda, Aurora Mateos, Juan Luis Mira, Miguel Murillo, Ángel Navas, Alfonso Plou, Susana Sánchez, Enrique Torres Infantes y Pilar Zapata.

(Una mesa de cualquier bar. Un hombre y una mujer, ambos de mediana edad y con gafas de pasta negra, departen mientras toman algo.)

ELLA: ¡Que no! (Niega repetidamente con la cabeza.) ¡Que no puedo, de verdad!

ÉL:        Pero ¡si no es tu primera vez! Ya lo has hecho antes y muy bien, por cierto.

ELLA: (Con cara de estrés.) ¡Anda, porfa! Encárgate tú, que tienes más experiencia…

ÉL:        ¿De qué tienes miedo ahora, Silvia? Yo no quiero obligarte a nada, por favor, faltaría más, pero… (Se ve interrumpido por un hondo suspiro de ELLA.)

ELLA: Mira, Javier, la cuestión es que para mí El tamaño SÍ importa.

ÉL:        (Estallando en una carcajada.) ¡Ahhh, es eso! Cualquiera que te escuche…

ELLA: Es que me es muy incómodo; se me hace poco… ¡Es tan corto el espacio para la reseña y tan largo mi análisis de El tamaño no importa (IV), que preferiría no hacerlo! Cada una de las veintiuna piezas de esta antología de teatro breve merecería una reseña propia; así que me resulta contra natura elaborar una sola para todas. (Un tanto melodramática.) ¡Ataca frontalmente a la prolijidad de mis principios “reseñadores”!

ÉL:        (Con paciencia y buenos alimentos.) ¡Mujer, no te compliques! El enfoque crítico debe ser diferente, mucho más general y sintético. ¡Venga! ¡Si lo vas a hacer muy bien!

ELLA: No sé yo… En fin, a ver qué sale. (Mira, ya más tranquila, a su interlocutor.) Oye, hablando de El tamaño no importa, un gran proyecto educativo el que ideasteis en la Asociación de Autores de Teatro hace ya cuatro años: editar una antología de textos teatrales breves para difundir la escritura dramática entre los alumnos de Secundaria. ¡Y ha resultado todo un éxito, pues ya vais por la cuarta entrega! No habrá quinto malo, no.

ÉL:        (Con gesto de satisfacción.) Sí, los cuatro volúmenes suman casi un centenar de obras breves firmadas por más de cincuenta dramaturgos del panorama actual español, quienes participan en uno, varios o todos los tomos. Así que se diría que esta colección es una muestra heterogénea y prolífica de lo que creamos “dramáticamente” hoy aquí.

ELLA: Por supuesto, máxime figurando en dicha lista de honor un tal Javier de Dios (guiñándole un ojo), pues supone una Liberación (título de su pieza) para el adolescente que necesita vencer las dificultades a la hora de verbalizar sus preocupaciones. Y ello, a través del vómito emocional, sin digerir, ininteligible, que nos inunda con la lógica de una sintaxis inexistente. (Prosigue gustosa.) Pero no solo de adolescencia se nutre el dramaturgo participante en esta antología, ya que la temática y los protagonistas de sus obras son variopintos. Además, como bien afirmaste en el Teatro Valle Inclán, el Día del Libro de 2014, durante la presentación de El tamaño no importa (IV), textos de aquí y de ahora, “a los jóvenes se los contempla exactamente igual que podemos vernos los adultos”, lejos de adoctrinamientos paternalistas que falseen los asuntos y los conflictos que más interesan, no solo al mundo juvenil, sino a cualquiera en general. (Ante el asentimiento de Javier.) Fíjate en que en esta cuarta entrega poco más de un tercio de las composiciones (ocho de los veintiuna totales) están protagonizados por adolescentes.

ÉL:        Sí, se plantean temas muy actuales, con los que es fácil que nos identifiquemos todos: la inmigración y la diferencia del otro, el antibelicismo, la violencia sistémica y la crisis económica, democrática y laboral; el paso del tiempo y la muerte…, una temática que, por su tratamiento y su tono (sobre todo, por su humor), puede “enganchar” al alumnado.

ELLA: ¡Completa enumeración; sí, señor! Permite, además, la inclusión de las obras en más de un bloque temático. Respecto al primero mencionado, Susana Sánchez dedica su divertido Permiso paterno “a todos los emigrantes en un único mundo”: los humanos, quienes no comprendemos que nuestras diferencias son precisamente lo que nos hace más iguales. Alberto de Casso, por su parte, concierta La última cita para reflexionar acerca de una sorprendente, en principio, inadaptación a otras culturas. Claro que sería, en ocasiones, comprensible el rechazo, por ejemplo, a echarse una Pareja con tenedor, de Jesús Campos, donde el cubierto del título se vuelve un arma “clavadiza” absurda y, por ello, paradójicamente lógica para una insólita petición de permiso consentidor de una agresión. (Se detiene para apurar de un trago su consumición, aunque no da opción a que ÉL intervenga.) En este mismo orden de cosas “encontrado”, es decir, “en-contra-(de-to)do”, vemos en el volumen más actitudes intolerantes del individuo, impuestas incluso desde el poder establecido. Así, en La cena, de Tomás Afán, se ataca la libertad de expresión artística bajo la acusación de herejía, cuando lo herético es la propia censura. Por ello, Toda una vida (entona la melodía del bolero de igual título), estaría luchando, como lucha el personaje de Antonia Bueno contra un mundo reorganizado en una clasificación humana pretendidamente resolutiva, pero nazi, en forma y fondo.

ÉL:        (Con paciente sonrisa.) Espera, que voy a pedir. (Al camarero.) ¡Otra ronda!

ELLA: ¡Ay, perdón! (Pero retoma rauda su soliloquio.) El antibelicismo es otro modo de rebeldía, conmovedor en el caso de las madres coraje que Aurora Mateos presenta Et in hora (en la hora) de su muerte en vida. Menos mal que Yolanda García Serrano declara de forma desternillante: “¡Esto es la guerra!”. De sexos, cómo no, pero muy original por su ubicación bélica. (No puede parar, está como poseída.) Existe, además, otro tipo de guerra: la actual con la dichosa crisis. Ángel Navas Mormeneo nos justifica que estos textos son de aquí y de ahora a través la protesta reprimida de la población mediante las ¡Cargas 2012! ¿Y qué me dices de las “novedosas” pruebas para conseguir “curro” hoy? A los Planes de empleo, de Enrique Torres Infantes, me remito, mientras cruzo el Paso de peatones, de Luis Maluenda. (Continúa absorta su discurso, sin advertir que ÉL desea participar.) Pero, claro, la antología resulta igualmente actual cuando presenta temas clásicos, como el sempiterno asunto de nuestra poca asumida mortalidad. Comienza Alfonso Plou In medias res, al plantear un paso del tiempo mal llevado cuando no se ha hecho “res”, nada. Y termina Pedro Catalán, saldando la Deuda que su protagonista se cobra a la vida, en un “carpe diem” en toda regla, aunque solo cuando el tiempo airado / cubra de nieve la hermosa cumbre y antes de que llegue Lo innombrable, de Julio Fernández Peláez, quien magistralmente juega con la broma macabra (más bien, chiste) de su personaje.

EL:        (Le ofrece, con el aguante de un docente, el pedido recién servido.) Anda, bebe.

ELLA: (Actúa obediente.) ¡Gracias! (Sobresaltándose de improviso.) ¡Calla, que nos falta el bloque de protagonista adolescente y las relaciones de los jóvenes con su entorno cordial u hostil! Y así, además de tu obra, nos topamos con un(a) valiente Caperucit@, de Rita Forlani, que desafía al lobo acosador cibernético de menores. Por su parte, Juan Pablo Heras envía Mensajes con el despertar adolescente al amor, cuya brújula sexual se orienta según se “entienda”; por mucho que Fernando J. López le diga: “Mándame un whatsapp”, para tratar la dispar opinión que poseen dos jóvenes amigas de acerca de sus más íntimos afectos. Y, entre tanto, unos alumnos de instituto intentan asumir la muerte de un compañero mientras están Esperando el bus, de Juan Luis Mira. En un IES también, las consecuencias del acoso escolar dejan el Pupitre vacío, de Miguel Murillo. Dejo, para el final, la violencia sexista en esta etapa vital, de las dos obras restantes, que comparten también la intención de denunciar la ceguera de los adultos ante esta problemática: Sueños adolescentes (I), de Maxi de Diego, o esas pesadillas que, al despertar, siempre queremos rehuir; y Masculino y femenina, de Pilar Zapata, caricatura del género políticamente correcto. (Queda en silencio exhausta.)

ÉL:        (Suelta una carcajada.) ¡Hala, ya está! ¡Esto sí que ha sido una “liberación”! (Sentencia.) He aquí tu reseña. ¿Ves?

1. El diálogo aquí desarrollado es pura ficción concebida para dar forma creativa a la reseña de El tamaño no importa (IV), textos breves de aquí y ahora. VV. AA. Madrid, AAT, 2014. ISBN: 978-84-96837-22-5.