extra-n-1  Mujeres que cuentan [ESPECIAL AUTORAS]

 

AUTORAS

Lección de dramaturgia
para la joven Aurora Mateos

Aurora Mateos

Aurora está sentada delante de mí y me dice que sólo sabe escribir obras malas, pero que tiene la osadía de escribir teatro desde que sabe juntar la mina de un lápiz con un papel. Por lo visto tenía ocho años cuando lo hizo por primera vez. Me parece harto improbable esta circunstancia pero me mira humilde, con la retina dilatada, con una cantidad de adrenalina que sólo existe en los que tienen grandes pasiones, o mejor dicho, los que viven amordazados con los hilos de una gran pasión que no le deja moverse por la vida con libertad. Eso lo he visto algunas veces, algún que otro loco, y por eso lo reconozco en ella. Es una mirada parecida a la que tienen los enamorados. Podría ser la de Julieta. Y yo me pregunto, ¿ cuál es la razón por la que se dedica a preguntarme esto y aquello sobre teatro en vez de pasar tiempo en la playa o tonteando con chicos de su edad?

Yo me tomo unos minutos para responderle. Lleva unos vaqueros que no son de marca, una camisa blanca impoluta, unos pendientes demasiado grandes y un flequillo demasiado largo para una cara tan pequeña. Me parece tan joven que siento pena de mí misma. Yo tengo tanta celulitis y he acumulado el resentimiento de malos años, pero ella está recién amanecida… sonriente y confiada, se ve que aún no sabe lo que le caerá encima con el tiempo.

Lo primero que le pregunto es si ha leído a Aristóteles, pues yo creo en la teoría clásica. A mí me gusta la escritura vertical, con decenas de esquemas y notas sobre el texto aún antes de haber empezado. En definitiva, me gusta crear un mundo imprevisible que yo solo puedo prever. Ella ya ha apuntado la poética en su cuaderno de mano, que cabe en el bolsito vaquero parecido al que lleva mi sobrina de siete años, parece que se comprará tres ediciones por lo menos. Le he dado más bibliografía. Entre otros a Lajos Egri y su arte de escribir teatro, “la construcción del personaje” de Stanislavsky, “El arte y oficio del teatro”, que tanto me gusta. Sé a ciencia cierta que la comprará toda poco a poco y que lo leerá, que se atragantará de vez en cuando pero que será capaz de hacer la digestión sin vomitar.

Luego le formulo la cuestión clave para cualquier escritor. Difícilmente alguien me responderá por qué escribe. Ya sé que eso pasa simplemente porque uno nace con esa enfermedad que se desarrolla en menor o mayor medida durante la vida. La dolencia nace por motivos genéticos o circunstanciales, pero hay que estar predispuesto de alguna manera. El desarrollo de dicha enfermedad, dependerá del grado de vagancia de la persona. Alguien sacrificado con la escritura será prácticamente incurable. Alguien perezoso tendrá una cura a medio o largo plazo, depende de sus pocas ganas de escribir y de las distracciones que se interpongan entre el enfermo y las obras. Ya lo decía Paul Auster: “No es que escribir me produzca un gran placer, pero es mucho peor si no lo hago”. Ella me mira callada pero manteniendo las palabras en la boca, hay tantas que le cuesta trabajo mantenerlasdentro. Y entonces recuerdo, eso que decía Miller cuando se le preguntaba por este oficio de la escritura: “Aparte del trabajo de los médicos de salvar una vida, la felicidad más grande que puede experimentar un ser humano es escribir una buena obra de teatro”, yo no puedo estar más de acuerdo.

Cuando Aurora estrene, sabrá lo que es la droga dura. Me resulta difícil expresar con palabras la emoción que se siente al escuchar las risas o las lágrimas de gente desconocida en una obra de teatro. Es una satisfacción tan inmensa que merece la pena venir a un mundo tan cruel como éste sólo para escuchar eso.

Por lo general los escritores y escritoras somos una panda de neuróticos, por lo que necesitamos un medio que evacúe la carga que llevamos dentro. De esta manera la escritura se convierte en psicoterapia. ¿Qué sería de Tenesse Williams si no contase su vida de mil formas? Yo creo que los escritores tienen una pulsión suicida que neutralizan con la literatura, aunque no sé si estoy completamente en lo cierto.

Ahora ya no sé qué preguntarle a esta jovenzuela, y me viene a la mente una clásica pregunta que hace los que no saben de teatro: “¿Sobre qué escribes?”. Ella se queda en blanco y pide un vaso de agua. Se lo traigo aunque odio traer vasos de agua desde que llegué a adolescente y dejé de traerle vasos de agua a mi hermano Miguel que nació para dar órdenes para evitar el mínimo esfuerzo. Aurora bebe el vaso de un tirón y me confiesa que ella no tiene un tema de escritura. Y yo le respondo escandalizada, porque desconfío de que tenga un tema propio. Entonces Aurora responde a mi pánico diciendo que a ella los temas se los dan sin elegirlos. Yo de pronto me acuerdo que es verdad… que una vez leí un apunte en una guía de viajes de Roma y decidí escribir una obra de teatro sobre Rafael. Cuando empecé a trabajar sobre un informe de derecho internacional sobre condiciones laborales, caí sobre el drama del trabajo infantil. De pronto vi dos mundos paralelos, el del chico de diez años que fabrica las zapatillas de deporte del chico de diez años que las lleva. Imaginarlo fue fácil. Tenía en mi ordenador centenares de testimonios. El “suicidio del ángel” nace como resultado de la muerte de un amigo, novio, y gran amor. Naturalmente la historia no refleja lo que ocurrió, pero sí muestra lo que es esta enfermedad que yo viví tan de cerca durante varios años y que me destruyó totalmente, pero que me construyó también. Cada una de mis obras tiene su propia historia sobre la musa que me la trajo hacia mí. Porque es de eso de lo que estoy convencida, que yo sólo escribo por encargo del más allá.

Aurora me pregunta sobre los personajes. Otro clásico dolor de cabeza para el dramaturgo, y me pide trucos que la ayuden a afinar. Sobre los personajes se ha dicho casi todo, desde Aristóteles, Teofrasto o Mamet, y para nuestra decepción, por muy modernos que nos creamos, los escritores modernos tenemos poco que aportar. Porque los personajes vienen de otro mundo y los escritores tenemos un poder limitado sobre ellos.

Ella también me pregunta cómo me siento con las obras antiguas. Para mí, una obra terminada (si es que eso ocurre alguna vez) es un texto que ya no me pertenece. Los derechos de autor son simplemente el pago a las interminables horas de trabajo de una creación literaria, pero nada más. Por ello, las obras que yo escribí y que considero de más calidad están en mi página web, disponibles para que todos las usen y lean a su antojo. Eso es el teatro: una lata en la que metemos la vida concentrada, con todo su sabor, amargo o dulce. Sin embargo, en vez de hojalata, hay escenario y telón.

“Recuerda”, le comento finalmente “el buen teatro está fabricado de dolor o humor con un fin igual: producir placer. Si una historia está bien escrita, hasta que dos adolescentes se suiciden (Romeo y Julieta) es un placer, si la historia está bien escrita”. Dicho esto, me da la impresión que ya he dicho demasiado.

–¿Qué diferencia a una mujer cuando escribe?, pregunta ella, dilatando nuestro tiempo juntas. Y yo le contesto que es la visión y sensibilidad. Apoyaría mi respuesta en una método científico: quien tiene la regla, da a luz, amamanta y es discriminada históricamente por todo eso, no podrá escribir como quien no lo sufre.

Ya ha pasado más tiempo del que tengo para hablar de estas cosas, pues no se debe malgastar demasiado tiempo en la juventud perdida. Me levanto con movimientos de pavo real para impresionarla, salgo de la habitación, se ha hecho tarde. Cojo mi abrigo para el frío. La bufanda para la garganta. Llamo un taxi que me evite andar por las calles. Ella se queda allí quieta, pensativa, sin darle miedo el atardecer.

 

Aurora MateosAURORA MATEOS
auroramateos@yahoo.com

Aurora Mateos es dramaturga y escritora. Está considerada una de las voces dramáticas emergentes en diversos estudios internacionales de teatro español contemporáneo, como el de la revista ESTRENO de Estados Unidos (“voces emergentes en teatro español”)  o la de la Universidad Autónoma de México (“Los andaluces, esos raros”).

Aurora compagina la creación literaria con su carrera como abogado internacionalista, ya que trabaja desde hace varios años como consultora de Naciones Unidas y otras organizaciones en derechos humanos y derecho medioambiental.

 Aurora ha tenido como maestros en dramaturgia a grandes nombres del teatro contemporáneo como Ignacio del Moral, Ernesto Caballero, Santiago Martín Bermúdez, Fermín Cabal, Antonio Onetti, Raúl Hernández, Peter Coy, Robert McKee o Alan Ayckbourn.

Varias de sus obras han sido llevadas a escena a nivel nacional e internacional, destacando “et in hora”, “Memorias de un mundo perdido”, “el amigo de medianoche” y “el suicidio del ángel”. Sus escritos reciben también continuas lecturas dramatizadas.

Aurora ha realizado numerosos talleres y ponencias sobre literatura dramática dentro y fuera de España, entre los que destaca: el foro iberoamericano de dramaturgia (Huelva, 2005), Conferencia VPSI (USA, 2008 y 2010), Voces a escena (Málaga 2010), Taller en el Cervantes de dramaturgia (Budapest, 2012).

Entre sus publicaciones destacan: “El amigo de medianoche”, editorial La Avispa, 2005. “Agua”, editorial “La Avispa” 2005; “Agua” por la Universidad Autónoma de México, 2007. “El suicidio del ángel”, por el Centro Andaluz de Teatro y Dip. Granada, 2007; “Algunas notas sobre la anormalidad”, por la Asociación de Autores de Teatro (2008); “Et in hora”, revista Estreno, vol.37 (“Seis autores en busca de personajes”), Austin College (Sherman), otoňo 2011.

La autora ha sido objeto de numerosos estudios por académicos a nivel mundial como prueban, entre otros, los escritos de los catedráticos Styl Rodarelys (Universidad de Atenas), Candyce Leonard (Wake Forest University, EEUU), Manuel Fox (Universidad de Trieste, Italia), John P. Gabriele (The College of Wooster, EEUU).

Sus obras han sido estrenadas en España, Estados Unidos y Grecia, y han sido traducidas al inglés, francés, italiano, ruso y húngaro, países que han solicitado legalmente los derechos de producción.

Aurora ha sido finalista en los premios de teatro mas importantes de España y es premio Martin recuerda 2007.

Su pagina web es: www.auroramateos.com

 

 

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