Freies Theater:
un teatro de caída libre
Ana R. Calero
Universitat de València
Caída libre, de Sharon Fridman.
Free Fall / Caída libre es el nombre de una pieza de danza contemporánea, creada por el coreógrafo Sharon Fridman, que gira en torno al tema de la supervivencia. Los bailarines se mueven a partir del contacto con el otro y buscan el impulso para levantarse. Este proyecto subvencionado y de corta duración pudo verse en 2015 en San Cugat del Vallés. Annemarie Matzke, teatróloga que ha dedicado varios estudios a la escena independiente alemana (y que escribió su tesis doctoral sobre el ensayo), definía el freies Theater en 2006 como un teatro de caída libre, “ein Theater des freien Falls”. En su definición, Matzke engloba “innumerables y variadas formas de instituciones teatrales y organizacionales, grupos de teatro y colectivos de directores” que reciben impulsos artísticos o bien colaboran con personas procedentes de otros ámbitos artísticos como la música, las artes plásticas o la literatura.
Pero, ¿qué es el freies Theater? ¿Cuándo surge? ¿Cómo evoluciona? ¿Quién forma parte del paisaje teatral independiente? ¿Cuál es el estado actual de la cuestión? Nuestro objetivo a continuación es ofrecer respuesta a estos interrogantes desde la consciencia de que nuestra mirada será incompleta y limitada, precisamente por la multiplicidad y variedad de las propuestas que señalaba Matzke. Y aunque fijaremos brevemente la vista en colectivos teatrales como Rimini Protokoll o She She Pop, existen otras manifestaciones como el teatro de marionetas, el infantil-juvenil, o bien la danza, que también forman parte de lo que se denomina freie Szene.
¿Qué es el freies Theater?
Antes de intentar ofrecer una definición, debemos precisar que se trata de un proceso en abierto, en movimiento. Uno de los puntos fuertes del freies Theater es que no se deja etiquetar fácilmente por su naturaleza cambiante. Está compuesto por impulsos heterogéneos cuyo denominador común es, en principio, el trabajo de un colectivo en torno a un proyecto. A ello cabe añadir el gusto por la experimentación o la “libertad” que brinda una organización no jerarquizada que permite elegir las alianzas artísticas. Sin embargo, en estrecha comunión con estos aspectos, surgen otros no tan positivos, como la precariedad laboral unida a la corta duración de los proyectos, así como la dependencia de las subvenciones.
¿Cuándo surge y cómo evoluciona?
Pumpenhaus, en Münster (Alemania)
Las raíces de la escena independiente alemana se encuentran entrelazadas con las de los movimientos de protesta estudiantiles de finales de los años 60 del pasado siglo XX. Como señala Henning Fülle, el teatro independiente se convirtió en aquellos años en un medio para propagar las ideas de los movimientos de izquierdas. Los representantes del freies Theater querían “liberarse” de las ataduras de los teatros estatales y municipales, que consideraban antidemocráticos y demasiado jerarquizados. Pero no solo se limitaban a poner en el punto de mira los problemas relativos a las injusticias sociales o a denunciar la política internacional, también se convirtieron en innovadores de la escena teatral. Inspirada por las vanguardias nacionales (Bertolt Brecht o Erwin Piscator) e internacionales (Jerzy Grotowski o Tadeusz Kantor), poco a poco va emergiendo una escena que se aleja de los presupuestos de los años 70, preocupada por la contemporaneidad, que no quiere plegarse ante las imposiciones de las compañías de repertorio o ante el monopolio de los directores de escena o artísticos. Se crean teatros como el HAU (Theater an Halleschen Ufer) en Berlín, Pumpenhaus en Münster, o Kampnagel en Hamburgo. Y surgen festivales como, por ejemplo, Impulse en 1990, que con el paso de los años se ha convertido en el escaparate del freies Theater.
¿Quién forma parte del paisaje teatral independiente?
Rimini Protokoll.
Desde sus inicios, las diferentes piezas que conforman el freies Theater en Alemania se han ido puliendo hasta encajar perfectamente en el engranaje. Este mecanismo complejo y en movimiento constante interactúa a varios niveles. Destacamos en primer lugar la Asociación Federal de las Artes Escénicas Libres (Bundesverband Freie Darstellende Künste, BFDK), que nació en 1990 como Asociación Federal de Teatros independientes (Bundesverband Freier Theater, BuFT). Tiene representación en todos los estados federados y colabora con otras asociaciones nacionales e internacionales. Su cometido puede resumirse en la revalorización de las artes escénicas libres y en el correspondiente fomento de su visibilidad, así como en la mejora de las condiciones laborales de los agentes implicados en esta escena. En el ámbito académico despunta el Instituto de Estudios Teatrales Aplicados de la Universidad de Gießen (Institut für Angewandte Theaterwissenschaft der Justus-Liebig Universität Gießen) por varias razones. Una característica inherente al Instituto, fundado en 1982 por Andrzej Wirth y Hans-Thies Lehmann, es el estrecho vínculo entre teoría y práctica. Los estudiantes participan en seminarios y talleres impartidos por destacadas gentes de teatro, como por ejemplo lo hicieran con Heiner Müller. Hans-Thies Lehmann publicó su obra ya canónica dedicada al teatro posdramático (Postdramatisches Theater) en 1999, y que tanto ha influido e influye en las investigaciones sobre el teatro contemporáneo. En el Instituto se han formado los representantes más importantes de la actual escena independiente. Basta una ojeada a la lista de egresados que publican en su página web para ser conscientes de su trascendencia en el funcionamiento del mecanismo del freies Theater en Alemania. Dos de los colectivos más significativos hoy en día que estudiaron aquí son Rimini Protokoll (colectivo de directores) y She She Pop (colectivo de performers), cuyo trabajo ha recibido innumerables reconocimientos dentro y fuera de Alemania. Sus proyectos forman parte de la programación no solo de los teatros independientes, sino también de los teatros estatales y municipales que les han abierto sus puertas y cuyo público aplaude otra forma de experimentar el arte escénico.
Una ruedecita más del sistema que queremos mencionar es el mundo editorial: las editoriales, las revistas de teatro especializadas como Theater der Zeit o Theater heute o las redes sociales. Sin ellos no se darían a conocer todas las iniciativas y la repercusión sería nula. Last but not least, dedicamos unas palabras al escaparate por excelencia del freies Theater: el festival de teatro Impulse. En él se dan cita todos los agentes que hemos citado y que contribuyen a su actual vitalidad. El festival muestra en vivo y en directo las puestas en escena más novedosas, y también se está convirtiendo paulatinamente en la “memoria” de las artes escénicas libres gracias a que desde 2012 su página web alberga materiales como ensayos, entrevistas o contribuciones varias sobre distintos aspectos del freies Theater: “Material zum Freien Theater. Eine Publikation in progress”.
¿Cuál es el estado actual de la cuestión?
Aproximadamente a partir de 2010 el freies Theater ha ganado en visibilidad y en apoyos gracias a la implicación de los representantes en los diferentes frentes que hemos mencionado en líneas anteriores. Los teatros estatales y municipales necesitaban del aire fresco que trajeron consigo colectivos teatrales que se inclinaban hacia la experimentación con otras propuestas de entender el teatro. Es principalmente en los dos últimos años que el freies Theater forma parte del discurso político, y el dinero se va moviendo lentamente hacia este espacio dando oportunidades de supervivencia a proyectos escénicos muy alejados del teatro de repertorio más clásico. La caída libre continúa.
BIBLIOGRAFÍA
CALERO VALERA, Ana R. (2014): Una mirada a la escena teatral independiente en Alemania. Valencia: Universitat de València. (Colección Teatro Siglo XXI).
FÜLLE, Henning (2016): Freies Theater. Die Modernisierung der deutschen Theaterlandschaft (1960-2010). Berlin: Theater der Zeit.
MATZKE, Annemarie (2006): “Betriebsanleitung für den Freien Fall. Eine Einführung durch die Definitionsversuche“. En: Hirche, Albrecht & Kathrin Krumbein (ed). Der Freie Fall. Positionen von Performern. Essen: Klar-text, 9-12.
