Mercartes 2012

por Asociación de Autores de Teatro — sábado, 2 de febrero de 2013

No soy periodista, ni tengo vocación de serlo. Lo digo para justificarme, por supuesto, y para buscar vuestra condescendencia y complicidad al leer este articulo. ¡Intentad comprenderme aunque la manera de narrarlo no sea la óptima! Dicho lo dicho y expuesto lo expuesto, pasemos al asunto en cuestión, voy a hablaros de la feria. Y ya sabéis eso de que «Cada uno habla de la feria según le ha ido»…

La primera vez que visité Mercartes fue en otoño del 2010. En aquella ocasión «me lo pase pipa» (como se suele decir). Recorrí el pabellón ferial de Fibes en Sevilla durante tres días (ese fue el formato, un día más largo que en esta edición), charlando con conocidos y desconocidos, dejándome llevar por esa dulce sensación que da saberse rodeado de otros profesionales que se dedican al mismo negocio que tú y que hablan tu mismo lenguaje. Vamos, un goce. Me enteré de que Mercartes se convocaba cada dos años, que aglutinaba a todos los sectores teatrales y volví a Madrid con la seguridad de haber asistido al encuentro teatral (de no exhibición) más importante de cuantos se celebran en España. Y me prometí no faltar a su cita en el 2012.

Y no falté. Por varias razones. Primera porque como miembro de la Junta Directiva de la AAT debía estar. Segundo porque como autor y director teatral deseaba estar. Y tercero porque formaba parte del Comité Organizador de Mercartes y tenía irremediablemente (y afortunadamente) que estar. Y es que en el 2012 había una importante novedad respecto a otros años: la AAT se había integrado como una de las entidades convocantes, con el mismo compromiso y capacidad de decisión que FAETEDA, LA RED y FIBES, cosa que no estaba nada mal y que nos empujaba a los autores a una posición más beligerante y activa. Jesús Campos, miembro del Comité Ejecutivo me pidió que me uniese al Comité Organizador y yo acepté encantado. Por cierto, Jesús, TE ADORO (así, con mayúsculas) y te agradezco profundamente la inmensa labor que estás haciendo desde hace tantos años al frente de la AAT. (Espero que el editor de este articulo no me corte estos piropos porque me sentaría fatal, sería tremendamente injusto y machacaría mi ya de por sí maltrecha confianza como articulista). Repito: gracias Jesús. Entre otras cosas porque esa INMENSA LABOR como director de nuestra Asociación también ha dejado una profunda huella en Mercartes. Bueno, sigo.

Mercartes fue gestada a fuego lento durante muchos meses, meses en los que asistimos a un notable descenso en el número de exhibidores (los que contratan stands), tanto públicos como privados, e intentamos por todos los medios contagiar a los posibles participantes de nuestra convicción en la importancia de estar juntos en Sevilla, dando la cara a la crisis y luchando codo con codo para seguir creando y haciéndonos fuertes. Un problema que encontré en numerosas ocasiones fue el absoluto desconocimiento por parte de buena parte de la profesión teatral no ya solo de la existencia de Mercartes, sino también de las razones por las que uno debía participar. Para ayudar en ese frente, Jaume Colomer, el excelente comisario de nuestra feria, preparó el siguiente texto que me permito reproducir aquí:

Tres motivos para no perderse MERCARTES 2012

Todos los especialistas están de acuerdo que en épocas de reducción de demanda hay que intensificar las acciones comerciales.

  1. Habitualmente la presencia en ferias comerciales supone la mejor relación coste/resultado por la gran cantidad de encuentros personalizados que se pueden realizar con una buena planificación de objetivos y agenda. MERCARTES 2012 es una gran oportunidad para las empresas y organizaciones del sector, especialmente en un momento que en el sector ha habido tanta renovación de responsables de proyectos y organizaciones.
  2. MERCARTES 2012 ha reducido los costes de acceso (reducción de tarifas de stands y creación de puntos de información en stands colectivos), ha incrementado las acciones promocionales organizadas (como el Foro de los Negocios, los itinerarios guiados para programadores, las presentaciones de proyectos y los encuentros con creadores).
  3. MERCARTES 2012 quiere, además, ser una plataforma sectorial para expresar, por un lado, la indignación del sector por las últimas decisiones gubernamentales en materia fiscal y, por otro, la capacidad de iniciativa colectiva para asegurar la presencia de las artes escénicas en nuestra sociedad.

¿Suficientemente contundente? A mí me pareció que sí. Pues no. A pesar de la claridad del mensaje, no conseguimos arañar más que unas pocas inscripciones de última hora. Pero lo importante era, a fin de cuentas, que aunque con menor participación, con menos metros cuadrados y con menos presupuesto, la feria se celebrase.

La fecha elegida era el 14 y 15 de noviembre. Todo perfecto. Pues no. Otra vez no. De nuevo (y en una dinámica muy teatral del «más difícil todavía») el 14 de noviembre fue elegido el día idóneo para celebrar la huelga general. Después del desconcierto inicial, y en vista de que contra una huelga no podíamos, ni debíamos, competir, se decidió posponer Mercartes un mes, al 12 y 13 de diciembre. La respuesta de la profesión fue unánime: la mayor parte entendía el cambio de fecha y se comprometía a estar en Sevilla.

Y llegaron las esperadas fechas (y no hubo nuevas huelgas generales esos días, que tal y como está el país podía haber sucedido). El recinto de FIBES es un espacio faraónico, más apto para aparatosas ferias del automóvil o desmelenados salones de la peluquería, que para nuestra industria, donde la cercanía es siempre un plus. Por eso MERCARTES se me antojó un poco desangelado en mitad de esa enorme nave donde estaba instalado, eso a pesar el empeño y cuidado con que los expositores (tanto públicos como privados) habían preparado sus stands hasta un total de 64, en los que se ofertaron 132 profesionales. Por resumiros, esto es lo que os hubierais encontrado de haber pasado por allí:

Nada más entrar en el pabellón, el Salón del Libro. Multitud de stands de diversas editoriales, el de la AAT (dónde Sonia y Noelia atendían a los socios y a todo el que hiciera falta con su legendaria simpatía y amabilidad) y una pequeña sala de presentaciones donde tuvieron lugar diversos e interesantes actos de presentación de libros.

Avanzando en la nave, stands de diversos productoras, grandes y pequeñas, de diferentes Comunidades autónomas, de la ciudad invitada este año, Caracas, de diversas empresas de servicios relacionadas con las artes escénicas y, por supuesto, en mitad de todo este batiburrillo, el lugar más importante, el centro del universo: el bar, epicentro de la vida de la feria (y de la vida de este país en general).

Al fondo, por último, un escenario al que se le dio el nombre de TRIBUNA y dónde (previa petición de cita) quien quisiera podía disponer de sus quince minutos de gloria y presentar su producto (se utilizó para dar a conocer nuevos proyectos, infraestructuras, agencias de representación, productoras, etc…).

Fuera de esta gran nave, MERCARTES contaba además con un teatro (de un aforo de unas 400 personas) donde se celebró el acto inaugural y la despedida, además de un encuentro denominado FORO DE LOS NEGOCIOS, otra interesante propuesta donde los expositores disponían de un minuto para presentarse en público.

Un momento. Releo el artículo y me doy cuenta de que quizá estoy transmitiendo cierta frialdad. Si es así, pido disculpas. Mi sensación, desde que pongo un pie en MERCARTES, es cálida y acogedora, sobre todo porque esa sensación no depende del continente, sino del contenido. Y el contenido, los participantes y organizadores, son profesionales como la copa de un pino, el valiente sector de nuestra maltrecha industria que cree firmemente que la mejor manera de hacerse un hueco en el complicado entramado del país es permaneciendo unidos, como una piña. Y esta edición de MERCARTES (la primera tras la brutal subida del IVA) es el marco idóneo para compartir experiencias y planificar la hoja de ruta. Por lo tanto, el ambiente que se respira en FIBES desde el día anterior de la apertura (que es cuando yo llegué) es de alegría y ganas de que todo salga bien. Y así continuó durante las dos jornadas.

El día 12, a las 10:00 se da el pistoletazo de salida, en un acto inaugural en el que el Comité Ejecutivo da a conocer el MANIFIESTO (que yo tengo el honor de leer) en presencia de Miguel Ángel Recio, Director General del INAEM, que aguanta el chaparrón con elegancia y se compromete a crear unas mesas de trabajo para buscar fórmulas de cooperación entre el sector público y el privado. No es mal comienzo ¿verdad? No, no lo es. Además, Caracas, que como he señalado antes es la ciudad invitada este año, hace su interesante presentación a través de la Fundación para la cultura y las Artes de la Ciudad de Caracas, lanzando puentes de posibles colaboraciones para las artes escénicas de España.

De vuelta al núcleo central de MERCARTES, esa misma mañana, comienza una de las actividades más interesantes y que más alegrías ha dado en esta edición: las visitas guiadas de programadores públicos y privados por toda la Feria. La RED, con la maravillosa Irene al frente, ha trabajado duro y ha preparado una simpática ficha en la que los programadores pueden ir pegando las diferentes pegatinas (como en un teatral camino de Santiago) según vayan conociendo los diferentes stand. De esta manera, los expositores de MERCARTES se han asegurado este año el conocer personalmente al menos a 60 de los programadores más importantes de nuestro país. Para rematar la iniciativa, el incansable Jesús Cimarro se comprometió a regalar una estancia en Mérida, durante los días del Festival, para uno de los programadores, el que resultara elegido tras un singular sorteo (en el que también participé. Desde luego, no me he perdido una…).

Si las visitas guiadas han sido un gran acierto en esta edición de MERCARTES paso ahora a hablar de otra de las iniciativas estrella: los ENCUENTROS DE AUTORES Y PRODUCTORES. Ya desde su anuncio la propuesta tuvo buena acogida entre nuestros asociados y se recibieron más de 150 fichas de obras de 78 autores, fichas que fueron colgadas en la web de MERCARTES y que los productores podían consultar para poder pedir cita (a través de la AAT). Más de 30 encuentros se reservaron. 11 autores viajaron hasta Sevilla y por primera vez MERCARTES tuvo un claro cariz autoral, dando espacio y cabida a nuestro gremio, dándonos VISIBILIDAD (el autor se percibe generalmente como un ser invisible que ni siente, ni padece y ni mucho menos opina o cobra derechos de autor) por lo que espero que el año que viene, en la próxima edición de la feria, se repita esta experiencia y seguramente se vea incrementada con un mayor número, no solo de obras, sino también (y sobre todo) en el número de encuentros entre autores y productores.

De la eficacia del Salón Internacional del Libro Teatral se podía hablar largo y tendido, ya que aunque bien es verdad que la venta de libros es muy escasa, la presencia del libro como primer paso en la industria teatral es fundamental. Y estar allí presencialmente es una estrategia que no podemos permitirnos abandonar. Cuestión de imagen. Si es cierto que quizá se podrían barajar formulas para incentivar la venta (dejar media jornada de puertas abiertas a público general podría ser beneficioso) pero en cualquier caso, insisto, es un tema a tratar con calma y con una visión de conjunto y no meramente comercial.

Voy a ir terminando esta crónica (informal). Por una razón fundamental: es la una de la madrugada y me quiero ir a la cama. Pero antes de hacerlo me gustaría hace hincapié en algo importante, MUY IMPORTANTE: hay que estar en MERCARTES. Si este año no pudiste asistir (por mil razones, lo sé) deberías intentar hacerlo en la siguiente edición. Los argumentos, recopilados por Jaume Colomer, las he copiado más arriba. Pero hay una razón más, la que tiene que ver con el sentido común: si no nos tomamos en serio nosotros mismos y no nos vemos como un sector que mueve no solo conciencias sino también un buen puñado de euros, si no somos capaces de apostar por profesionalizarnos y relacionarnos cada vez más entre nosotros, si no (y ahora llego a los autores) damos la cara y decimos: «Hola, soy el autor, sí, sí, el que estaba allí cuando aún no había nadie, el que se ha inventado esa historia y esos personajes que ahora parecen del productor y de los actores pero no, en realidad salieron de mi cabecita». Si no somos capaces, insisto, de reivindicar nuestra existencia y nuestro lugar, nos intentarán ningunear cada vez más. Hagámonos visibles, día a día a nivel individual, mes a mes a través de la AAT y al menos, una vez cada dos años a través de MERCARTES. En el 2014 no te la pierdas, hazme el favor. Te vas a alegrar.

Juan Carlos Rubio.

Más fotos del XIII Salón internacional del libro teatral en Mercartes


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