N.º 7 Jugando al teatro. Teatro para niños y jóvenes

sumario

De fábula

Fernando Sánchez Calvo

HERAS, Juan Pablo
De fábula
Alzira, Ediciones Algar, col. Joven Teatro de Papel, 2015.
216 pp. ISBN: 978-84-9845-739-1.

Introducción de Javier de Dios

Juan Pablo Heras (Madrid, 1979) es un doctor y licenciado en Teoría de la Literatura a quien lo que realmente le gusta es escribir teatro, y dentro de éste, conseguir que la escena llegue a los más jóvenes, los estudiantes, y dentro de éstos, hurgar y hurgar y hurgar en las meninges, en el corazón explosivo de la adolescencia para sacar los mejores valores (la tolerancia, el canto a la igualdad desde la desigualdad, la autocrítica, etc.), sin “dar la chapa” ni inyectar moralejas en las venas del alumno o del espectador.

Eso que le tienen que agradecer sus pupilos del instituto público Diego Velázquez de Torrelodones, lugar concreto de donde parte De fábula, un compendio de once piezas en el que Esopo, teletransportado en el tiempo, moderniza sus clásicos (“La zorra y el cuervo”, “El hortelano y el perro”, “El escarabajo y la hormiga”) llevando la acción al instituto y sustituyendo a sus astutos animales por otros seres que se equivocan, se contradicen, aman, desaman, defienden a la vez una cosa y su contrario y, en general, están llenos de eso que se manifiesta tan imprescindible en el teatro: el conflicto.

De esta manera, sustituimos el campo por el gimnasio, el aula de castigo o la cafetería, y a la zorra, la víbora y el perro por estudiantes y profesores que nos muestran el abanico de problemas (y soluciones) que se viven a diario en el aula más allá de la simple enseñanza de una asignatura. Y esos problemas (y soluciones) están velados, el espectador y lector deben rascar si quieren encontrar la moraleja implícita que estas aparentes historietas de tutores y tutorandos esconden, a saber:

  1. ¿Por qué la mejor alumna del instituto quiere a toda costa ir al aula de castigo?
  2. ¿Hay más lesbianas en la clase? ¿Cómo se las reconoce?
  3. ¿Qué ata verdaderamente a una alumna y su profesora de apoyo?
  4. ¿Justifica el deseo de ser popular el haber puesto en pie de guerra a parte del instituto?
  5. ¿Qué busca de verdad un profesor en un chico treinta años más joven?: ¿a sí mismo?

Como se puede observar, ni siquiera son moralejas. El autor las ha convertido en preguntas, en debate. No vamos a decir que Juan Pablo Heras es el Esopo del siglo XXI (ni falta que le hace), ni vamos a diseccionar el impresionante prodigio estructural o técnica que avalan desde el punto de vista dramatúrgico a Juan Pablo como joven promesa ya consagrada (Javier de Dios lo explica mucho mejor que un servidor en el magnífico prólogo del libro). Conociendo su trayectoria y su amor por la función social del teatro, sí podemos aventurar sin embargo y pedirle ya un De Fábula 2.

Intuyo (y no voy a fallar) que muchos de sus colegas de profesión recurriremos más de una vez a alguna de estas magníficas historias cuando no sepamos explicarle a algún alumno qué es la tolerancia, si hay más de una opción sexual, hasta qué punto es lícita la mentira o si el amor es para siempre. Parafraseando el tópico docente, quien sabe hacer una cosa, la hace; quien no, la enseña; quien no sepa hacer ni una cosa ni la otra, que lea y monte con su clase De Fábula.

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