N.º 6 Jugando al teatro. Teatro para niños y jóvenes

sumario

Héroes en las guerras de nuestros días

 
José L. Panero González-Barosa
Licenciado en Periodismo y en Comunicación Audiovisual. Doctorando en Comunicación Audiovisual. Actor.

MATILLA,Luis
Los chicos del barracón n.º 2. Premio SGAE de Teatro Infantil y Juvenil, 2013. Ilustraciones de Jordi Solano.
Madrid, ANAYA/Fundación SGAE, 2014. Colección Sopa de Libros (Teatro)
128 páginas. ISBN 978-84-678-6170-9.

 

El laureado y prolífico autor teatral donostiarra Luis Matilla pone el acento en la condición social del hombre, los convencionalismos y la falta de juicio frente a hechos insólitos de modo brillante en uno de sus mejores trabajos, Los chicos del barracón nº2, en el que además colabora el joven ilustrador catalán Jordi Solano.

El texto cuenta las andanzas de Michel, un artista de variedades que se ve sorprendido en un pequeño país por la invasión de tropas extranjeras, quienes le han hecho prisionero y recluido en un barracón en un cuartel, pero su sentido del humor y optimismo no se ven mermados a pesar de la terrible situación. Un día le informan de que van a llegar unos niños al barracón. Los soldados sospechan que uno de ellos es hijo de un jefe de la resistencia. Él será el encargado de averiguar quién es e informar del asunto a los mandos. Lejos de ayudar a sus captores, y a pesar de que los niños no terminan de confiar en él, Michel se esforzará por intentar que sufran lo menos posible en su cautiverio.

Resulta una fuerte brisa de aire fresco disfrutar con un libreto de estas características -editado por Anaya-, a saber, introducir el teatro social o de denuncia -como en el cine ha hecho magistralmente el director británico Ken Loach, en España Fernando León de Aranoa -junto a Ignacio del Moral en la escritura del guión- y más concretamente Carlos Saura en ¡Ay, Carmela! (1990), a partir del libreto de José Sanchis Sinisterra, al menos en su excusa argumental en el caso que nos ocupa- en clave positiva, con claridad en la exposición dramática -como la idea del falso culpable que ya el realizador inglés Alfred Hitchcock explotó en su espléndido tratado sobre los conflictos morales en Náufragos (1944)- y con un ajustadísimo y agradecido texto de 128 páginas para ser representado por todos los públicos, aunque su intención primera sea la de que unos jóvenes se encarguen de ponerla en el escenario. Y, por si fuera poco, Matilla facilita -para una mejor comprensión y ejecución del volumen- una descripción suficiente de cada uno de sus personajes y una muy explicativa sugerencia sobre la puesta en escena, que incluye la preciosista descripción del espacio escenográfico. Todo ello bien sujeto gracias a las ilustraciones de Solano, que ayudan aún más a imaginarnos el mundo que rodea a los protagonistas.

Por tanto, sólo un autor con talento, experiencia y sabiduría narrativa como Luis Matilla -recordemos que ha obtenido en cuatro ocasiones el Premio SGAE de Teatro Infantil y Juvenil- puede servir este polifórmico trabajo -realizado con gran pulcritud (hasta con retales de verso)- donde además despliega su otro buen hacer profesional en categoría de pedagogo, lo cual ofrece suficientes alternativas al lector de a pie, a estudiantes, profesores y teóricos sobre literatura y lectura teatral para trabajar infinitos puntos de vista. En fin, un dechado de virtudes del que nadie debería quedar al margen.

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