N.º 5 Mejor pensarlo dos veces. Ensayo
El inmigrante africano y su llegada a las tablas de España
Helen Freear- Papio
College os the Holy Cross
Eileen J. DOLL
Los inmigrantes en la escena española contemporánea: buscando una nueva identidad española
Madrid, Fundamentos, 2013 (Colección «Arte», serie «Teoría Teatral»).
290 pp. 15,38 €. ISBN: 978-84-245-1287-3
En su nuevo libro, Los inmigrantes en la escena española contemporánea, la profesora Eileen J. Doll hace un estudio pormenorizado del Otro, específicamente, del inmigrante africano en España y lo que sus representaciones en el escenario español dicen acerca del estado de la identidad nacional. En su extensa introducción, Doll presenta un recorrido socio-cultural, político e histórico de España como país de inmigrantes y de emigrantes. Habla con detalle del siglo XX y de cómo España pasó de ser un país de emigrantes bajo Franco, a uno de inmigrantes como resultado de formar parte de la Comunidad Europea. El concepto de una España única, unida, homogénea y católica, propagado y forzoso durante la dictadura, se fracturó con la muerte de Franco. La consiguiente apertura a otras culturas cambió radicalmente la sociedad y estas transformaciones se reflejan en el teatro contemporáneo con el creciente número de obras que abarcan la temática del inmigrante africano dentro de España. Este concepto del Otro español, según Doll, es una construcción compleja cuya identidad se ha transformado a través de los siglos. La autora ofrece los ejemplos de los judíos, los musulmanes, los gitanos y los latinoamericanos, pero al mismo tiempo plantea la pregunta: ¿y el cristiano y el colonizador no han sido el Otro también? Es esta necesidad de definirnos a través de lo que no somos, es decir, por medio del Otro, lo que Doll explora con gran éxito en su libro. Cierra su introducción con un estudio cuidadoso y completo de Naufragios de Álvar Núñez, de José Sanchis Sinisterra y de Yo, maldita india, de Jerónimo López Mozo. Ninguna de las dos obras habla del tema del inmigrante africano, sino del primer encuentro entre los españoles y los indígenas en las Américas; no obstante, como insiste Doll, una lectura crítica de estos textos es imprescindible para su estudio porque contienen todos los elementos que se verán empleados en los textos teatrales que vendrán después.
Doll ha encontrado unos cuarenta textos de las últimas tres décadas en los que aparece un personaje, a veces el protagonista, inmigrante. Los autores incluidos en su libro forman una lista de algunas de las voces más importantes del teatro español contemporáneo: José Luis Alonso de Santos, Antonio Buero Vallejo, Jerónimo López Mozo, José Sanchis Sinisterra, Ignacio del Moral, Encarna de las Heras, Paloma Pedrero, David Planell, José Moreno Arenas, Antonia Buero Mingallón, Elena Cánovas, Beth Escudé i Gallès, Juan Mayorga, Fernando Martín Iniesta, Juan Pablo Vallejo, Juan Pablo Heras, Ana Diosdado, Raúl Hernández Garrido, Yolanda Pallín, Laila Ripoll, Pedro Casablanc, Luis Miguel González Cruz y Juana Escabias. Hay hombres y mujeres, escritores jóvenes y otros más maduros, pero todos investigan y cuestionan, cada uno a su manera, el rol del Otro en sus obras y lo que significa para el concepto de identidad individual y nacional.
Después de dar una clara explicación de sus fines en la introducción de cada capítulo, Doll lanza su investigación con ejemplos concretos de los múltiples textos estudiados. Cada capítulo ofrece un análisis de estas obras desde una postura distinta. El capítulo dos estudia el lenguaje del inmigrante; el capítulo tres examina el espacio escénico; el capítulo cuatro ilumina los efectos tecnológicos; el capítulo cinco comenta el posicionamiento del espectador frente al Otro; y el capítulo seis sirve de conclusión. Este tipo de división hace que el libro sea muy accesible tanto para los estudiosos que quieren una visión panorámica del tema de la inmigración como para los que buscan un estudio del inmigrante en una obra o un autor específicos.
En el capítulo dos Doll analiza el lenguaje de los inmigrantes con el fin de desvelar su rol en la construcción del Otro. Divide su estudio lingüístico en cuatro partes: el inmigrante que habla su propia lengua; el que habla un español incorrecto; el que habla un español perfecto; y el que no habla. Por medio de los múltiples textos presentados, la autora plantea que el uso del lenguaje ayuda al espectador a reconocer los estereotipos y a reflexionar sobre ellos con el fin de entender un poco mejor la situación del Otro. El espacio escénico es el tema del capítulo tres. Después de un estudio exhaustivo de las acotaciones y didascalias, Doll descubre que predominan tres tipos de espacios: unos reconocibles y cómodos; otros fuera de lo común e incómodos; y un tercer espacio liminal que busca la manera de cruzar fronteras, de unir en vez de separar. Puede que sean espacios abiertos, cerrados, oníricos o simbólicos, pero todos juegan un papel importante en cómo el espectador percibe al Otro. Después de esta aproximación al espacio, Doll pasa, en el capítulo cuatro, a un estudio de los efectos tecnológicos empleados para entender su rol en la creación de la imagen del Otro. Igualmente, estudia el efecto producido cuando no se emplean estas técnicas. Por ejemplo: la aplicación de luces y proyecciones en contraste con la oscuridad escénica; el uso de ciertas vestimentas en un personaje en comparación con la desnudez; y el silencio como contrapunto de la música u otros sonidos. En el capítulo cinco, Doll se centra en el posicionamiento del público. ¿Qué efecto tiene en la construcción de identidad del Otro? La autora propone que el posicionamiento del espectador afecta cómo éste reacciona al Otro: si es una reacción positiva o nueva o si es una que sigue reflejando las mismas actitudes negativas de antes. Unas obras ofrecen el punto de vista estereotipado del español hacia el Otro, invitando al espectador a subvertir sus ideas preconcebidas, otras tienen al inmigrante como protagonista, ofreciendo al público una nueva perspectiva, y otras, más atrevidas, ofrecen múltiples cambios de enfoque así mostrando la dificultad de conocer al Otro y a sí mismo.
Doll cierra su libro magnífico, enciclopédico y tan valioso para cualquier estudioso del teatro español, planteando una pregunta final: ¿hasta qué punto es posible hablar de y por el Otro? Concluye que los dramaturgos españoles contemporáneos han probado que es posible introducir a personajes inmigrantes en el escenario y romper o, por lo menos, cuestionar los estereotipos negativos y tan arraigados del Otro. Explica que el teatro es el medio perfecto de propagar estos cambios de actitud, por ser “el mejor espejo posible […], porque expone de manera segura, creativa e intencional los componentes de este encuentro intranacional e interior” (p. 277).