N.º 4 Pasando revista. Revistas teatrales

sumario

Sobre Núa o de cómo franquear los límites de la ortodoxia dramática.

Mariam Budia
Escritora y doctora en Teoría, Historia y Práctica del Teatro

Núa. Revista de Artes escénicas e Performativas.
Núm. 9. Dramaturgias desde la Frontera.
ISSN: 2174-1018.

Núa comenzó su andadura en enero de 2011 para consagrarse al fomento de, según consta en su web, “proyectos pedagógicos, artísticos y de interés social que tengan relación con el teatro, la danza, la performance y las artes de la escena en general”. Esta autodefinición ya adelanta el espíritu independiente de esta revista ‒concebida de forma artesanal, y en gallego‒, que acopia parte de la esencia dramática actual, y se convierte en lectura imprescindible no sólo para los amantes y afines de las artes escénicas, sino también para aquellos a quienes les guste disfrutar de las manifestaciones humanas reales o imaginarias, susurradas o gritadas, que se descuelgan de sus parágrafos y renglones. 

La apertura de este innovador número le corresponde a su editor, Julio Fernández, quien en su Manifiesto 9 nos recuerda que “las nuevas dramaturgias se construyen para dar fin a su deconstrucción, una vez que la deriva las planta en el lugar de presentación”. Pues bien, este espacio aludido, este noveno ejemplar de Núa, está íntegramente dedicado a una selección de creaciones en español cuyos textos, siguiendo el esquema gráfico autoral, nos remiten a plasticidades y culturas propias de la idiosincrasia de sus 12 artífices. Por tanto, ¿qué tienen en común estos conjuntos de palabras estructuradas/desestructuradas, grafismos e incluso fonemas? La contestación se encuentra en la cubierta de este volumen: dramaturgias desde la frontera.

En su exordio, el propio Fernández define a estos autores/creadores como “tejedores de ideas”, pues si bien alguno de los conceptos que proponen, ya sea por su cualidad, ideario u omisiones, pueda parecerse a un texto dramático al uso, la publicación que acapara nuestra atención va más allá del exorno, de las correcciones pretenciosas, cacografías y circunloquios. Tal vez pueda parecer que la respuesta se esconda en la necesidad, casi siempre falaz, de comprender qué quiere decir o transmitir el autor. Los dogmas lingüísticos y el manejo más o menos preciso de los idiomas en que nos comunicamos nos predisponen a favor de unos perfiles expresivos delimitados por las reglas; sin embargo, en estos pliegos solemnes de sombras e iconografía, estos artistas de la escena ni falsean ni disimulan, sino que habitan un espacio infinito cuya génesis emana de lo maleable de sus procesos mentales.

Woman in a taxi crossing New York nos propone, en blanco y negro, un intrigante juego dramático con el que Carlos Be nos invita a viajar a través de un tiempo desesperado. En esta decisión agónica, inteligentemente escrita, su autor percute el gatillo de “una pistola negra en la boca blanca” y dispara certeramente al lector sumergiéndolo en la confusión paramnésica inherente a sus líneas.

Le sigue una exquisita propuesta escénica de Raúl Hernández Garrido. En Variaciones sobre la cabeza de dios, Hernández Garrido utiliza la arbitrariedad ortotipográfica para dibujar cuidados párrafos con los que dar refugio, magistralmente, al clasicismo de los “hombres que quieren reinar” kiplingianos. Estas Variaciones son excepcionales alteraciones trágicas que danzan en brazos de la traición y gloria humanas, y se adormecen en un Éxodo que advierte a los hombres-autores y hombres-espectadores de sus ambiciones desmedidas.

Seca sangre de Guillermo Heras, Memoria selectiva de Laura Moreira, XXL de Teresa Casani, y Exilio de Emiliano Pastor, nos arrojan a sus personales universos desde proyecciones más cercanas a lo textual, si bien con importantes diferencias entre ellos. Moreira y Pastor se adentran, de modo palmario, en el concepto metateatral. Mientras Heras dilucida sobre barreras y límites creativos, Casani trata de equilibrar lo inestable. No obstante, en todos ellos deambulamos ‒sumidos en pertinentes dudas autorales, interpretativas y existenciales‒, por la vida transfigurada: la máscara protectora con la que el actuante manipula el medio hostil que lo constriñe.

Con remembranzas beckettianas, Néstor Villazón nos enseña Algunas consideraciones previas para colocarse un sombrero mientras se observa la mayor obra de arte de todos los tiempos. En este diálogo pictórico, trazado por un personaje y su álter ego, Villazón escudriña de manera soberbia el experimentalismo y la contradicción del individuo que lucha por sobrevivir entre lo oculto y lo visible.

Por si nuestra fantasía no se hubiera recreado suficientemente con estas ductilidades y orquestas protáticas, Pedro Montalbán Kroebel, con su composición En la cámara, nos presenta un texto profundo, transgresor e imprescindible ‒propio de la grandeza de este dramaturgo racional y vibrante‒, que nos permitirá conformar imágenes perversas, sensuales, dolorosas, desconocedoras de la realidad y del actuar humano.

En un volumen como este el lenguaje se fragmenta y discurre desde y hacia confines creativos perspicaces. Así sucede en el texto rupturista de José Manuel Corredoira Viñuela, Non sunt turpia naturalia. Corredoira fablistanea, con orden y concierto, una cuidada sátira metatextual, un hipérbato polisémico con el que, generoso, nos agasaja.

Pedro Fresneda, en su Aledaños de imprudentemente deseé presenta un “armazón sin vida”, un boceto e improvisado germen de Imprudentemente deseé de Teatro Ensalle, compañía que él dirige, y espacio escénico de presentación de esta revista. Fresneda aúna concepto, escritura automática e intuiciones como partes indispensables, pero no excluyentes, del proceso dramático.

Con María Prim nuestros oídos escuchan el fonema /a/, y a su representación gráfica, Prim añade una Nota al pie. Una única letra, un grito de continente mínimo para alcanzar el máximo significado: el valor de un gesto, de una mirada y de una emoción acusadora.

Cierra este número 9 de Núa Luis Cano, con una Audición honesta y sugerente con la que se encamina, sin adornos, hacia su dramaturgia más representativa. Nuestra necesidad de clasificar aquello que nos atemoriza y persigue con objeto de controlar nuestro entorno cambiante podrá lleva a alguien a impenetrabilidades transoceánicas, pero esta Audición de Cano no es hermética, sino más bien radiográfica de la condición humana, la que cuando, en un acto de valentía sin precedentes, se observa a través de su propio cenotafio.

En definitiva, el lector de este volumen será quien conciba e imagine lo anotado mediante signos gráficos, quien escuche lo transliterado de sus emociones, quien descifre los párrafos surgidos de improvisaciones o ejercicios dialécticos y franquee los límites de la ortodoxia dramática, pues Núa núm. 9 ha nacido para desentrañarse, plenaria, en la abstracción del receptor.
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