N.º 3 De aquí y de ahora. Teatro Español contemporáneo

sumario

Tomás AFÁN, Inmaculada ALVEAR, M.ª Jesús BAJO (et alii.). El tamaño no importa (II)Teatro para ti
(sí, para ti, joven)

Maxi de Diego
Autor teatral, investigador y profesor
del I.E.S.Carlos III de Madrid

Tomás AFÁN, Inmaculada ALVEAR, Mª Jesús BAJO (et alii.),
El tamaño no importa (II). Textos breves de aquí y ahora
Madrid, Asociación de Autores de Teatro, 2012.
Col. Teatro Breve. 176 pp. 9 €.
ISBN: 978-84-96837-19-5.

Este libro continúa la iniciativa de la AAT de 2011 para difundir el conocimiento de los dramaturgos actuales en los centros de enseñanza media [1]. Pero el interés de la asociación por el teatro infantil y juvenil se manifiesta con anterioridad. Recordemos el monográfico de la revista de la asociación Las Puertas del Drama (número 14, primavera 2003). Hace ya diez años, tres autores y una autora debatían en un artículo titulado “¿Qué teatro deberíamos hacer para niños y jóvenes?” sobre diversas cuestiones relacionadas con esta práctica teatral [2]. Ya entonces se expresaban dos visiones diferentes en cuanto al teatro para jóvenes al considerar edades superiores a los trece o catorce años: la conveniencia de ofrecer el mismo teatro que a los adultos frente a la de crear textos con un acercamiento al joven con ciertos temas de su interés. Pues bien, en el libro que comentamos apreciamos la convivencia de estas dos tendencias[3].

Catorce textos, de los veintiséis, tienen en común la presencia de personajes jóvenes, en la mayoría de los casos adolescentes (en la primera edición eran siete los textos de un total de 22). Pero como veremos, el tratamiento dista mucho de ser homogéneo. En esta reseña diferenciaré núcleos compositivos que podemos analizar en su lectura.

 

Los deseos

En Moto nueva, de Mª Jesús Bajo, el deseo de una moto no es más fuerte que la honradez de dos “colegas”. Y como contrapunto, la crítica hacia ellos de dos cotillas.

En Famosos, de Ignacio del Moral, tres chavales charlan sobre cómo hacerse famosos. Alguien pasa y deja abandonada una mochila; después de elucubrar sobre su contenido, la abren. Al descubrir qué hay aparece un gran dispositivo policial, ofreciéndose así una oportunidad para la fama buscada.

Fernando J. López, en No habrá otro septiembre, hace reflexionar a los personajes, de veinte años en este caso, sobre este mes como momento de ruptura también sentimental –la acción se desarrolla antes del atentado terrorista de las Torres Gemelas–. La transformación de las atracciones entre dos amigos y una amiga constituye el eje argumental de esta obra. Nuevos deseos rompen el equilibrio.

Futuro, de Aurelio Martín, presenta diversas opciones ante el futuro de tres alumnos. De la excelencia a la supervivencia, pasando por el miedo a crecer.

Con un lenguaje diferente en cuanto monólogo de clara intención poética, Juan Luis Mira, en Una milésima de segundo, nos muestra los deseos de un joven de dieciséis años que caben en un minuto. Y de su vida, a su mirada alrededor, la muerte en una mínima fracción de tiempo.

 

 Las consecuencias de una situación previa o desarrollada en escena

En La decisión de Patricia, de Poli Calle, vemos a un grupo de alumnos de finales de la ESO que plantea la responsabilidad de cada uno en la caída de un profesor por las escaleras. Y de paso, nos hablan de sus relaciones con los padres y la aceptación o no de su violencia.

Firmas, de Juan Pablo Heras, nos presenta el siguiente conflicto a partir de un hecho pasado, la pintada en una pared del instituto por parte de dos alumnos: falsificar la firma de los padres o asumir la responsabilidad.

En Debate, de Enrique Torres, mientras preparan un debate como trabajo de clase sobre la alegría de vivir, una chica del grupo cuenta que han publicado en el blog del instituto una foto suya con el ojo morado, sin su permiso. Quiere saber quién la ha publicado.

A diferencia de los anteriores, en Cinco minutos en el paraíso, Raúl Hernández pone sobre el escenario a dos chicas adolescentes que practican el juego peligroso del “sueño azul” o ahogamiento provocado hasta perder el conocimiento.

 

Rarezas

Con su humor afinado, Pedro Catalán en ¡Cómo mola el Molière! crea una familia que en un plató de televisión debate sobre las rarezas de “El colegui”. Este hijo peculiar se descubre orgulloso de sí mismo como aficionado a la literatura dramática, mientras que sus “viejos” le quieren domesticar con móviles, ordenadores, discotecas, fútbol…

También con humor nos presenta Susana Sánchez, en La zapatilla voladora, a un hijo que quiere estudiar, ser profesor de Matemáticas y una madre que quiere que sea vulgar, el saber puede ser peligroso. La autora ha escrito este texto sobre el Objetivo de Desarrollo del Milenio nº 2: Educación primaria universal.

 

Decisiones

En El otro Carlos, de Antonio Tabares, Carlos, estudiante, habla con su conciencia, El otro, sobre tres asuntos sobre los que debe actuar: un compañero que le acosa, los estudios, las miradas de otro joven a la chica que le gusta.

Marina, en El mioma, de Pilar Zapata, se ha quedado embarazada, está dispuesta a abortar con el apoyo de su novio, pero necesita la autorización de los padres. El padre es un político, un hombre público en contra del aborto. La solución de la madre consiste en camuflar lo sucedido bajo la apariencia de un mioma.

 

Otros mundos no tan reales

En Un mundo a la vista, de Ramiro Pinto, dos jóvenes ensayan un texto que tienen que representar en la escuela. Es un texto poético que habla de otros mundos, de ríos, barcos de papel y cartas de amor.

 

Por otra parte, doce autores y autoras han decidido crear sus textos en torno a personajes adultos, aunque a veces estos se relacionan con jóvenes o niños. De nuevo agruparemos los textos en torno a ejes temáticos o compositivos.

 

Historia

Cuatro textos giran en torno a acontecimiento históricos, si bien con planteamientos muy diferentes. Tomás Afán, en El hombre en la encrucijada, introduce al pintor Diego Rivera y le da la palabra para tratar de la finalidad del arte y la libertad del artista. “Ninguna persona será juzgada por su pensamiento”, de esta manera confronta sus ideas con las de un periodista manejado por el poder económico.

Luis Fernando de Julián, en La noche de los lápices, recuerda este hecho histórico, cuando el movimiento estudiantil argentino fue cruelmente reprimido (podría introducirse la reseña de este texto en el apartado anterior). La autora de ficción de una obra sobre este tema dialoga con un chico que está siendo torturado.

En El gancho, de Miguel Murillo, presenciamos el juicio a una rebelde judía. Su rebelión: la pérdida de un abrigo con su estrella. El juez nazi impondrá justicia, lo manda la ley, y él cuenta con el poder absoluto y un brazo ejecutor.

Por último, la historia reciente de la mano de Itziar Pascual, La mujer árbol. El personaje desdoblado es la Premio Nobel de la Paz, Wangari Maathai, la Mujer Árbol. Como mujer joven, se rebela durante el juicio contra el machismo. Como anciana, nos informa de algunos momentos de su vida, el porqué de la concesión del premio al unir varias luchas: como mujer, contra la pobreza, a favor de los derechos humanos y el cuidado de la tierra.

 

Guerra

Inmaculada Alvear, en Descabezada, crea un conflicto entre un soldado y una niña durante una guerra. Los roles parecen invertirse, la mentira de la niña sobre su muñeca provoca una nueva muerte. La espiral de violencia continúa.

Asistimos a un diálogo entre militares sobre la guerra de Irak en Conmoción y pavor, de Guillermo Heras. Concretamente, sobre la protección de los museos y los hospitales. Como conclusión: el interés por exportar el modelo americano.

 

Irrealidad

Tres textos plantean el debate con la realidad a partir de situaciones irreales. El objetivo de los autores parece ser provocar el descubrimiento de esa conexión. Alberto de Casso, en Huering, desde el humor, nos presenta a un inventor que es víctima de un nuevo lenguaje así llamado. Ha recibido una carta, acude a una oficina para que se la traduzcan. La situación conflictiva: se niegan a hacerlo, le ignoran con argumentos propios de la “Telerrealidad”.

Con un planteamiento diferente, jugando con la desesperación, Javier de Dios, en la obra titulada Llueve, dibuja una situación insólita: un hombre busca trabajo, lo necesita. Una voz en off lo entrevista y es aceptado. Pero desconoce todo: horario, actividad, remuneración. Hasta el clímax final: llueve y no puede salir.

En este mismo apartado, siguiendo el orden alfabético en que se organiza el libro, José Alberto Maestro nos invita a conocer, en Quiero vivir, a una doctora que intenta reeducar a un padre que no acepta las convenciones educativas de la sociedad: estudio continuado, clases extraescolares… El padre, rebelde, defiende la libertad de su hija adolescente y una buena relación con ella.

 

Relaciones

En el texto escrito por Rita Forlani el juego de identidades ocultas provoca una relación destructiva. Justos por pecadores pone en relación a dos mujeres en un vagón de metro. Una, abogada, otra, damnificada por una estafa de corrupción en la que ha perdido los ahorros. Esta ha decidido no quedarse con los brazos cruzados.

La novia tiene un síncope y Taxi nos proponen una trama que gira a partir de las relaciones afectivas y la comunicación entre los personajes. En la primera, Yolanda García Serrano propone una historia de amor imposible que transcurre en un espacio indeterminado durante un tiempo impreciso. El descubrimiento paulatino de espacio y tiempo nos dará la clave para su comprensión. En la segunda, Alfonso Plou crea a un hombre borracho, tal vez un vagabundo o un mendigo. Está tumbado en un banco, cuando pasa por ahí un conocido, trajeado. Se interesa por él, le ofrece ayuda, pero el primero no responde. Ante la falta de comunicación se verá obligado a coger un taxi.

 

Si lo que pretende este libro es crear posibilidades de estudio en torno a la obra teatral desde la autoría contemporánea, es evidente que ofrece una gran variedad de posibilidades analíticas; tanto si nuestro objetivo es la comprensión del género como si vamos un poco más allá y aspiramos a convertir a nuestros alumnos y a nuestras alumnas en cómplices de nuestra labor creadora. ¿Para crear amantes de la literatura dramática como “el colegui” imaginado por Pedro Catalán? Puede ser, aunque también podríamos conformarnos con sugerir (como mínimo) una herramienta de comunicación a nuestros jóvenes. Porque no olvidamos que tienen mucho que decirnos.

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Notas    (↵ Volver al texto returns to text)

  1. Véase el Boletín Entrecajas, núm. 39 (2011) de la AAT.↵ Volver al texto
  2. Margarita Sánchez, Ignacio del Moral, Alfredo Gómez Cerdá y Fernando Almena.↵ Volver al texto
  3. Me he pronunciado sobre esta cuestión en diversos foros. Véase mi blog: http://teatrojuvenilmaxidediego.blogspot.com.es/↵ Volver al texto

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