extra-n-1  Mujeres que cuentan [ESPECIAL AUTORAS]

 

AUTORAS

Dramaturgia joven y femenina

Dakota Suárez

Cangrena por amor, de Dakota Suárez

Gangrena por amor, de Dakota Suárez

Mi nombre es Dakota Suárez y nací en Las Palmas de Gran Canaria. Con 18 años soy una joven actriz y dramaturga en formación en la capital de Madrid.

Mi acercamiento al teatro comenzó a mis 13 años desde la interpretación, en lo que actualmente me formo de manera profesional en la escuela de teatro La Lavandería.

A los 15 años entré en el Bachillerato de Artes Escénicas, Música y Danza, en Alcalá de Henares. Mi profesor de interpretación, Javier de Dios, nos habló del concurso de teatro Exprés organizado por la AAT y quise probar. Hasta ese momento había escrito relatos, algo de novela, pero nunca me había aventurado con la dramaturgia; no por miedo, sino porque nunca se me había presentado la idea hasta entonces.

Me inscribí en el concurso y nos dieron el tema de la corrupción para escribir a cerca de él. Presenté mi primer texto teatral; El manicomio de las putas, el cual trata la situación de una mujer y madre de mediana edad secuestrada y explotada por la corrupción y la negligencia médica. Con esta obra gané el premio de menores de 20 años del concurso Teatro Exprés de la AAT.

Tras este primer acercamiento al teatro desde la faceta dramatúrgica no pude quedarme ahí. Anteriormente había descubierto porque me quería dedicar a la interpretación. Me di cuenta de que poder ser la voz, el carácter, el desgarro, la desesperación, la felicidad e incluso el físico de una persona era todo un privilegio, poder gritar a viva voz lo que mi personaje piensa y siente y hacerme su mejor amiga y defenderle es una sensación increíble, lo que me complementa. Todas esas personas desconocidas escondidas en libros llegarán a ser mi Yang, y eso me llena de satisfacción, y me lleva a darme cuenta de que realmente ningún actor estará solo jamás.

Algo parecido me ocurrió con la dramaturgia. Concibo este arte como el culmen de la escritura porque me parece que un escritor cuando coge un ordenador o un cuaderno y un bolígrafo y empieza a escribir deja al descubierto y regala al lector y al espectador una gran parte de su alma. Cuando yo escribo lloro y río, y grito «Te quiero» y «Te odio» desde el vértigo de la propia alma, y el mayor orgullo de un dramaturgo es ver su alma levantada y con voz encima de un escenario. Por esto escribo teatro, o más bien por eso hago teatro.

Como mujer y además como joven siento la necesidad de escribir a cerca de la condición social y emocional de este grupo de personas, lo cual reflejo en obras como Adolescencia y otros traumas, la cual habla de Marta, una joven de 15 años que se ve envuelta en las consecuencias de una enfermiza y dominante relación en un ambiente urbano y delincuente, que acabará encontrando la única salida en las drogas; Volver a comenzar, que trata la situación de Lucía, recién recuperada de un accidente. Se ve como la envidia dentro de la familia puede llegar o bien a derrotar a alguien o a hacer que se rebele y se enfrente contra todo lo que la infravalora en esta sociedad. Esta obra fue parte de De mujeres sobre mujeres en el festival Ellas Crean (2016), que compartía espacio con dramaturgas como Laila Ripoll, Yolanda Dorado, Juana Escabias y Sara García.

Mi última obra es un proyecto contra la violencia de género: Gangrena por amor, que comenzó como microrrelatos, y se fue haciendo grande hasta convertirse en un proyecto de dramaturgia (obra y microobra), de novela y de poesía. Todo está en proceso de creación salvo la microobra que ya está finalizada y se estrenó en Madrid en la Sala La Tortuga y la Sala Héroe con los actores Jorge Balbás Arguijo, Zeta Zarate y yo misma, Dakota Suárez, también a mi cargo la dirección de la obra.

Cuando escribo sé que voy a poner sobre las tablas una enseñanza o una denuncia, intento que mi teatro no sea una clase de moral, pero sí concienciadora ante realidades crueles y desgarradoras. Que los espectadores perciban el mundo repleto de crudeza en el que vivimos y se planteen si realmente nos debemos callar y mirar, o no conformarnos y levantarnos ante estas injusticias. No escribo solo por pasión, sino porque lo que realmente me apasiona es poder mover el mundo de sitio.

La Joven Compañía fue quien me empezó a formar en dramaturgia con maravillosos profesores como Guillem Clua, Yolanda Dorado, Juana Escabias, entre otros a los que admiro muchísimo y son espectaculares en su trabajo. Yo, particularmente, no he vivido en mis propias carnes, por suerte, ninguna desigualdad a la hora de hacer teatro por el hecho de ser mujer, pero sé de dramaturgas, como por ejemplo mis dos profesoras, Yolanda Dorado y Juana Escabias, que sí que las han sufrido o las han visto de cerca, y me parece un acto admirable que sigan al pie del cañón luchando por sus sueños y por conseguir lo que realmente quieren sin prejuicios. Ellas y otras cien como Yolanda García Serrano o Laila Ripoll son maravillosas dramaturgas, pero eso es una opinión, y realmente creo que cualquier escritora capaz de abrir su alma, escribir una historia con una enseñanza y ponerte los pelos de punta con el ardor de un sueño es una mujer de admirar, creo que cualquier madre que acuesta a sus hijos y aun le quedan ganas de coger sus sentimientos y guardarlos en una carta, es una mujer de admirar; creo que una niña de 15 años que se me acercó el otro día a decirme que admiraba que tan joven como soy hablase de la mujer, es una mujer de admirar. Creo que cualquier mujer u hombre dedicados al teatro, a los estudios, al cuidado del hogar, a la abogacía, a la fontanería o a la hostelería, que lucha por sus sueños, por cambiar lo que hoy tenemos y hacerlo mejor, por combatir cada prejuicio, son personas realmente admirables. Por esto soy incapaz de nombrar un referente femenino ni masculino. Mi único referente es seguir los pasos de las personas que nadie conoce pero que dejan marca en los corazones, al fin y al cabo el arte solo se encuentra ahí, en los corazones.

 

Dakota SuárezDAKOTA SUÁREZ

Graduada en el Bachillerato de Artes Escénicas, Música y Danza en el IES Antonio Machado de Alcalá de Henares. Promoción 2013-15.

En la actualidad se forma en la escuela de Interpretación La Lavendería en Madrid.

Ha realizado el Taller de Dramaturgia de La Joven Compañía.

Ha participado en el concurso Teatro Exprés organizado por la AAT (2014) y fue ganadora del premio a menores de 20 años con su obra El manicomio de las putas.

Destacan sus textos Volver a comenzar, el cual fue estrenado con La Joven Compañía (2015) y participó en el festival Ellas Crean (2016) con otras cuatro dramaturgas: Yolanda Dorado, Laila Ripoll, Juana Escabias y Sara García.

Y Gangrena por amor, que fue seleccionada para estrenar en Madrid con su companía Cucaniria y que actualmente se sigue representando (2016), y en la cual también fue directora y actriz.

 

 

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