
HOMENAJE
Ana Diosdado
Paloma Pedrero
Ana. Ana. Ana. Anita… Yo ya te llamo Anita, te nombro con el diminutivo amoroso que utilizo con mis amigos más grandes. Y ya hace mucho de esto. Desde que fuimos haciéndonos mayores y humildes. Desde que tu belleza de alma me capturó.
Ana Diosdado, la primera autora teatral española reconocida por el público y la crítica. La primer mujer que llegó a los escenarios y demostró lo maravilloso que es escuchar la palabra de una dramaturga en toda su extensión y hondura. Ana, la primera. Porque ella fue la primera. Y cuando, años después, llegué yo al universo de la autoría teatral, mi compañera Ana Diosdado me recibió con los brazos abiertos. Encantada de tener una coleguita de expresión hembra y peleona (estábamos tan solas). Más de treinta años hemos recorrido un camino paralelo. Encontrándonos muchas veces, respetándonos y apoyándonos siempre. Ana, de pronto me telefoneaba y me pedía que fuera a un acto en su nombre, que yo sabría decir lo que ella quería, que yo era la otra autora. Ana me llenaba el camerino de flores cada vez que yo estrenaba una obra nueva. Y una tarjeta: “Mucha mierda, Palomita, te lo mereces”. Siempre sus palabras, sus flores, su mano incondicional. Mi compañera era de una generosidad imponente. Tengo tantos recuerdos bonitos de ella, tantos, de verdad. Últimamente la vida nos había vuelto a juntar como consejeras de la SGAE. Ahora compartíamos mesa, ideas, micro, batallas, absurdas a veces. Esta mañana estábamos en una de esas. Y tocó el momento de votar. Voto secreto. Ana se levantó y llegó a la urna. Después, estaba especialmente cansada, volvió despacito a su asiento. Mientras se contaban los votos, me puse de pié a su lado y le pregunté que si le gustaría escribir un prólogo para un libro de relatos de mayores. Ana, generosa, me dijo que claro que sí, que la escribiesen y se lo contaran. Yo la contesté, guasona, mejor que primero te llamen, Anita, que tu el mail lo abres poco. Ana me sonrió asintiendo. Después, sin un solo gesto extraño, apoyo la cabeza en el compañero de la izquierda y perdió el conocimiento. Sentada, como una gran dama de la interpretación y la escritura, con un gesto tierno y firme, a la vez, fuimos sintiendo como su corazón dejaba de latir. Nunca pensé que su generosidad conmigo llegara a tanto. Me ha permitido estar a su lado en el último momento. Me ha ofrecido su ser, su mano preciosa hasta el final.
Mil gracias Anita, no te quepa la menor duda de que siempre estarás en mí. Tan cerca como ahora en que todavía me envuelve tu perfume. Tan maestra, tan primera, tan irrepetible compañera.
PALOMA PEDRERO
Es una de las figuras de la dramaturgia española contemporánea más representada y reconocida internacionalmente.
Actriz, directora y autora teatral. Licenciada en Antropología Social por la Universidad Complutense de Madrid. Diplomada en Psicología Gestáltica por el Instituto Internacional de Florencia. Estudia Arte Dramático con importantes profesores españoles y extranjeros.
Ha estrenado alrededor de treinta obras, entre ellas: La llamada de Lauren, El color de Agosto, Invierno de luna alegre, Besos de lobo, La isla amarilla, Locas de amar, Una estrella, Cachorros de negro mirar, Noches de amor efímero, En el túnel un pájaro, Beso a beso, Ana el once de marzo, Caídos del cielo, En la otra habitación…
Sus obras han sido traducidas y publicadas en catorce de lenguas.
Ha estrenado también en Estados Unidos, Australia, India, Francia, Portugal, Alemania, Gran Bretaña, Italia, Ghana, Eslovaquia, República Checa. Turquía, Grecia… y casi todos los países suramericanos.
Ha dirigido algunas de sus obras y de otros autores como: Picnic de Arrabal, Así es de María Lejárraga… o propias como: Noches de amor efímero, Invierno de luna alegre, Locas de amar, Caídos del cielo, En la otra habitación, Magia Café…
Ha recibido numerosos premios nacionales e internacionales. Es la primera mujer dramaturga homenajeada en la Muestra de autores españoles contemporáneos, en 2005.
Desde el 1987 imparte talleres de escritura teatral en España y otros países. Desde 1990 imparte talleres de teatro a personas sin hogar, con los que ha montado varias obras. En 2009 funda la ong “Caídos del cielo”, para, a través del teatro, ayudar a personas en riesgo de exclusión.
Sus obras están incluidas en las más importantes antologías españolas, europeas y norteamericanas.