N.º 54Teatro presencial y teatro virtual

 

Presentación

Miguel Signes

 

¿Quién nos iba a decir en junio pasado, cuando empezamos a preparar este número 54 de la revista, que la situación en que estábamos entonces iba a prolongarse hasta ahora mismo y que nuestro proyecto de cambiar el diseño de Las Puertas del Drama se vería de nuevo aplazado? Esperando pues tiempos mejores, iremos introduciendo algunos de los cambios previstos, sirva como adelanto la sección de ‘Socios de Honor’ que hoy inauguramos dedicada al admirado Carlos Gorostiza y, con la mirada en ese futuro que deseamos, celebremos la incorporación al Consejo de Redacción de la revista de Jerónimo López Mozo, que contribuirá sin ninguna duda con su buen hacer a que la revista mejore.

Tampoco éramos tan conscientes entonces, aunque algo intuimos, y el título  elegido de  Teatro Presencial/Teatro Virtual lo demuestra, de que el cierre de los teatros nos iba a plantear, en ese momento,  un problema tan profundo como la modificación de algo esencial del Teatro, como es la necesaria presencia de actores y público en un mismo tiempo y lugar. Presencia que la tradición ha mantenido a lo largo de la Historia del Teatro pese a las grandes transformaciones sociales sufridas (desde Grecia pasando por la Edad Media, el Renacimiento, la Revolución burguesa… hasta hoy) y a los avances  técnicos (la aparición de la luz eléctrica por ej.). Pero también es cierto que los largos meses de cierre de los teatros, en esta era de las redes y de la globalización, y la posibilidad de que esa situación  se pudiese repetir si a esta pandemia seguían otras en el futuro, hizo que empezáramos a ver como posible establecer otra relación con el espectador. No es esta la ocasión para recordar todo lo que la aparición del cine y la televisión supuso para el teatro y sí para pensar, que desde finales del siglo pasado las nuevas tecnologías de la comunicación estaban dando alas a la experimentación teatral y acostumbrándonos, integradas en la relación actor-espectador o si se quiere espectador -actor, cada vez más a representaciones espectaculares (Brook, Wilson, Lepage, La Fura…); eso sí,  manteniendo siempre el mismo lugar y tiempo. Sin embargo, ahora mismo, la acumulación de nuevos medios con ayuda de Internet, la retransmisión en streaming, el whatsapp, YouTube, Instagram, la Inteligencia artificial, la Holografía, los video juegos…  estaba haciendo posible que, con el cierre de los locales, se hiciera un teatro con nuevos lenguajes escénicos y también que la presencia del público en el momento de la representación  no fuese la tradicional.

En este número el lector, además de entrevistas y trabajos de nuestros colaboradores habituales en las secciones de la revista,  encontrará sobre el tema central junto a dos completas visiones generales (una de un estudioso del teatro y la otra de un autor teatral), los trabajos de profesores universitarios y de autores sobre experiencias concretas de  autores, directores y escenógrafos, experiencias que no entramos a valorar, porque seguramente hasta que pasen unos cuantos años, más de los que una o dos generaciones suponen, no sabremos de qué forma aquellas acabarán modificando relación tan fundamental o quedarán como objeto de estudio de especialistas. De todas formas mientras el tiempo no nos saque de dudas, celebremos que en el sur de Asia los artistas toquen con reverencia el piso del escenario antes de pisarlo, como nos recordó Shahid Mahmood en el pasado día mundial del teatro al decirnos que es hora de recuperar esa relación simbiótica entre artista y público,  pasado y futuro.

 

 

COORDINADORES
Cristina Santolaria
Miguel Signes.

EDITORA
Nieves Rodríguez Rodríguez

CONSEJO DE REDACCIÓN
Ignacio del Moral
Ignacio Pajón
Nieves Rodríguez
Ignacio Amestoy
Berta Muñoz Cáliz
Virtudes Serrano

Javier de Dios
Jerónimo López Mozo

 

 

 

 

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