N.º 49Dramaturgia española en el escenario internacional

 

Nuevo encuentro entre el teatro español y la escena croata:
una apuesta para el siglo XXI

Ivana Krpan

¿Qué lugar ocupa la dramaturgia extranjera en Croacia? Una cuestión histórica y lingüística.

Lope de Vega, Calderón de la Barca, Federico García Lorca… El teatro clásico español es una marca reconocida y debidamente valorada en Croacia, donde siempre ha tenido un lugar asegurado en la escena teatral. Tanto en su versión original como en las interpretaciones (pos)modernas más atrevidas, las obras áureas han formado parte de un repertorio establecido y consolidado en nuestro país. Sin embargo, parece como si aquella época clásica fuera algo petrificado en el tiempo lejano y hasta en un territorio distinto, ya que hoy en día apenas tiene referencia alguna cuando hablamos acerca de la dramaturgia española actual. El teatro español del siglo XXI todavía está buscando su camino de encuentro con el público croata, debido a varias razones histórico-culturales y lingüísticas. Hay que recordar que España y Croacia vivieron el cierre de fronteras culturales por los regímenes dictatoriales arraigados en ideologías opuestas, que llegaron a su fin en los años 70 y 80 respectivamente. Hasta las últimas décadas del siglo XX la comunicación entre los dos países ideológicamente enfrentados fue frenada, lo que supuso una gran dificultad para la realización de cualquier proyecto de colaboración o intercambio cultural, y un desarrollo más leve a la hora de restablecer este contacto después de varias décadas de silencio.

En cuanto a las obras extranjeras que se estrenan en Croacia anualmente, contamos con un número respetable de espectáculos clásicos y contemporáneos, que puede variar entre el 20% y 50% de la oferta teatral en su totalidad, dependiendo de la política cultural de cada centro dramático. El número de obras en cuestión y la visibilidad que tienen en la escena croata están estrechamente relacionados con la influencia lingüística que un país determinado tuvo en la historia croata y los lazos culturales que nos unían a lo largo de la historia. Las dramaturgias cercanas a nuestro ámbito cultural por razones territoriales, lingüísticas, históricas, estéticas o económicas siempre han tenido más presencia y su difusión ha sido más extendida desde el sector educativo y el ámbito teatral hasta la cultura popular. Por estas razones, los autores de lengua inglesa predominan en la escena croata, dado que sus obras tienen buena difusión y pueden darse a conocer con más facilidad por numerosas referencias en el ámbito teatral internacional. Asimismo, por su proximidad territorial y cultural o por los vínculos históricos que nos unen, las dramaturgias como la italiana, la francesa, la alemana y los textos en varias lenguas de origen eslavo siempre han tenido una presencia mayor en la escena croata.

La actividad teatral en Croacia está centralizada en las ciudades más grandes como Zagreb y Split, pero también cuenta con una escena bien desarrollada en otras partes del país, y en verano multiplica su producción en numerosos sitios de la costa donde se organizan festivales, encuentros y eventos de creación colaborativa internacional. La programación de los centros teatrales es muy diversa en cuanto a los temas, géneros, estilos y nivel de la participación internacional en forma de co-producciones o en cuanto a estrenos de obras extranjeras. Los Teatro Nacionales (en Zagreb, Split, Zadar, Osijek, Varaždin, Šibenik y Rijeka) suelen ofrecer un repertorio clásico, pero también incluyen las obras actuales de los autores más reconocidos. Su política cultural depende del director del teatro, aunque por su naturaleza nunca pueden alejarse demasiado de un marco más tradicional. Respecto al Teatro Nacional en la capital, durante los últimos años ha vivido un cambio considerable, tomando un rumbo innovador que consiste en el diálogo constante con otras latitudes cercanas al teatro. Su programa incluye encuentros con filósofos renombrados como Julia Kristeva y Slavoj Žižek, presta atención a los aspectos sociales del teatro, apoya a los festivales internacionales y tiende a descentralizar la producción dramática del país. Asimismo, una parte del programa del Teatro de los Jóvenes de Zagreb (ZKM, Zagrebačko kazalište mladih), la cuna donde se han creado numerosas generaciones actorales, está orientado hacia las colaboraciones y las co-producciones que involucran a compañías y autores extranjeros. Con el mismo enfoque, el Teatar &TD, sede del teatro estudiantil, alternativo e innovador, está apoyando proyectos internacionales y festivales que reúnen la obra de autores emergentes y las producciones autónomas. Aparte de estos proyectos cooperativos, todos los teatros y las escenas independientes en buena medida incluyen obras extranjeras y están muy orientados hacia los textos recientes y las actualidades teatrales de otros países.

Teatar &TD

Teatar &TD.

 

¿Qué temas interesan y predominan en la escena croata?

Los movimientos socio-políticos y los cambios económicos, demográficos y culturales a nivel global y sus consecuencias locales que conciernen a la sociedad también se reflejan en el arte. Las inquietudes dramáticas giran en torno a la actual condición del ser humano que debe asumir distintos roles nuevos, afectado por el progreso tecnológico y global del mundo que le rodea. Estas condiciones crean la necesidad de hablar desde otros puntos de vista y cuestionar los temas que tratan las relaciones humanas, la estructura familiar, la crisis de los años 30, 40 y 50 o de la tercera edad, la educación de los hijos y la diversidad de formas de convivencia que hoy en día redefinen los conceptos de pareja, amor, amistad, sexualidad, fidelidad o adulterio. Estos asuntos van estrechamente vinculados a otra serie de preguntas sobre las identidades nuevas –culturales, sexuales o nacionales– y las normas sociales que impiden la afirmación y el desarrollo libre del individuo. El tema de la libertad como el ideal utópico inalcanzable da un giro importante, trasladando su tratamiento habitual dentro del contexto político hacia el entorno humano que ahora enfoca las constelaciones personales y familiares.

Los temas políticos han sido sustituidos por las preocupaciones individuales en el mundo neocapitalista, pero si todavía sobreviven en algunos teatros, suelen ser tratados de manera cómica y a través del género de farsa, burlesca o sátira política. Dentro del mismo campo temático, el teatro incita las cuestiones sobre la tradición y la modernidad, añorando los tiempos pasados como una laguna conocida y segura en comparación con la incertidumbre y la inestabilidad provocadas por las circunstancias actuales. Las consecuencias sociales de la transición política del país –la independencia y el cambio del sistema totalitario por una supuesta democracia– siguen siendo el tema del debate escénico. Todavía pueden aparecer algunas cuestiones sobre la guerra y la posguerra en Croacia o referencias a los sistemas dictatoriales parecidos, pero solamente como un eco lejano o un trauma del pasado, mientras el capitalismo desenfrenado, el consumismo, la globalización y las nuevas formas de adicción en el mundo digital se han convertido en las preocupaciones emergentes. De la misma manera, las voces de las víctimas ahora hablan sobre la violencia doméstica, el acoso laboral y escolar, la soledad, la depresión o la hipertensión neurótica provocadas por una epidemia colectiva de indiferencia, falta de empatía y pasividad social.

Además de esta tendencia más realista y comprometida con la sociedad, se nota un interés creciente por el concepto del arte como tema teatral. La estructura metateatral o metanarrativa es muy común en varios géneros, donde el proceso de creación artística como argumento abre un ciclo dramático independiente. Interesan las obras que utilizan la escritura dramática y su puesta en escena como motores de acción, que en la trama involucran la cultura popular, los aspectos sociales o psicológicos del arte y su papel en la sociedad, y experimentan con los recursos digitales en la escena como parte intrínseca del espectáculo.

Obviamente, los asuntos que provocan interés en Croacia son muy parecidos a las inquietudes tratadas por los autores españoles cuya obra destaca por su diversidad y ofrece una gama de textos muy variados en cuanto al tema y al género. Algunas diferencias en la oferta teatral entre España y Croacia se deben principalmente a la gestión y la inversión pública en la producción teatral, lo que afecta al proceso de la selección de las obras, la renovación de la cartelera y la presencia de los proyectos teatrales independientes. Como una de las herencias del sistema anterior, los teatros en Croacia todavía en buena medida cuentan con el apoyo económico estatal. Las subvenciones suelen ser parciales (concedidas por las convocatorias públicas) o, en el caso de algunos teatros, pueden llegar a ser casi totales, lo que sigue siendo el privilegio con el que cuentan los Teatros Nacionales del país. Esa distribución de bienes ofrece posibilidades distintas para los teatros croatas en comparación con el mismo sector en España y como consecuencia puede influir en el tipo de textos que se llevan a la escena. Los centros teatrales en Croacia suelen contar con un número fijo de actores contratados y se ven obligados a buscar textos que aseguran el reparto actoral para todos, una tendencia que en España va desarrollándose en la dirección contraria. En el caso español, el número creciente de teatros independientes, las compañías pequeñas y su autonomía económica afectan considerablemente a la escritura dramática. Los autores “piensan” y escriben sus obras teniendo en cuenta esas políticas culturales, las necesidades y las limitaciones de las producciones teatrales en su país. Respecto a Croacia y las circunstancias culturales en que se desarrolla su actividad teatral, hay que tener en cuenta que muchas salas pueden permitirse la inversión en proyectos más costosos y suelen buscar obras con más personajes para cubrir la demanda laboral de sus actores fijos. Sin embargo, cada año la escena teatral cobra más autonomía o, desafortunadamente, cuenta con menos subvenciones públicas y tiene que invertir en producciones más pequeñas y de bajo coste, buscando los textos que requieran recursos menores del personal y montaje.

Finalmente, un aspecto emergente que une a los dos países es la búsqueda de personajes femeninos fuertes, los temas dramáticos que conciernen al mismo público y el reparto que permite incluir más actrices en la puesta en escena. Las obras con este enfoque pueden tener más auge en el ámbito teatral croata e impulsar los proyectos de colaboración que llevarían las obras extranjeras al escenario.

Asimismo, un campo que queda por descubrir y explorar en la escena croata son las formas breves. Iniciativas como Teatro Exprés, Microteatro o Maratón de monólogos son completamente desconocidas en Croacia y podrían convertirse en una nueva manera de ver y entender el teatro. Por un lado, la apuesta por estos géneros al principio podría ser arriesgada, ya que los teatros croatas no están familiarizados con el concepto de microteatro y no disponen de los espacios previstos para las obras en cuestión. Sin embargo, las iniciativas teatrales autónomas y las producciones más pequeñas podrían desarrollar un enfoque diferente y estar dispuestas a invertir en esa forma teatral innovadora y mucho más íntima, inmediata y económica.

 

¿Qué camino sigue el teatro español en Croacia y hasta dónde puede llegar?

Izquierda, El arte de la entrevista, de Juan Mayorga. Teatro Nacional Croata en Zadar (Hrvatsko Narodno Kazalište Zadar), 2015. Derecha, Móvil, de Sergi Belbel. (Teatro Moruzgva, 2015).

Izquierda, El arte de la entrevista, de Juan Mayorga. Teatro Nacional Croata en Zadar (Hrvatsko Narodno Kazalište Zadar), 2015. Derecha, Móvil, de Sergi Belbel. (Teatro Moruzgva, 2015).

Las niñas no deberían jugar al fútbol, de Marta Buchaca. Teatro Nacional Croata en Split (Hrvatsko Narodno Kazaliste Split) 2012. Fuente: http://www.martabuchaca.com/es/las-ninas-no-deberian-jugar-a-futbol/

Las niñas no deberían jugar al fútbol, de Marta Buchaca. Teatro Nacional Croata en Split (Hrvatsko Narodno Kazaliste Split) 2012. 1

Ahora bien, dentro del panorama esbozado, ¿dónde y en qué manera podría encontrar su lugar la dramaturgia española? La última década muestra un aumento significativo de su presencia por el número de obras estrenadas en Croacia: El arte de la entrevista (2015) y Cartas de amor a Stalin (2000), de Juan Mayorga; Móvil (2015), de Sergi Belbel; Contra el progreso (2014), de Esteve Soler; Las niñas no deberían jugar al fútbol (2012), de Marta Buchaca, por mencionar solamente algunos. A los principios del siglo XXI surge un interés creciente por las obras españolas, ya que se trata de una teatralidad y una identidad dramática nuevas que quedan por descubrir en nuestro ámbito cultural. Los autores españoles reconocidos en su propio país y con una trayectoria internacional desarrollada son los que todavía tienen mayor visibilidad en la escena croata. Debido a los factores descritos anteriormente, la información sobre el teatro español es todavía escasa y por esas razones los éxitos internacionales sirven como punto de referencia a la hora de seleccionar las obras que se incluirán en la cartelera teatral.

Otra posibilidad de aproximación entre la dramaturgia española y la escena croata suelen ser los festivales teatrales que están abiertos tanto hacia los escritores renombrados como a las propuestas innovadoras de los autores jóvenes. El festival Eurokaz fue uno de los primeros que trajo la obra de la compañía Fura dels Baus a Croacia en los años 90, mientras hoy en día el Festival del Teatro Mundial (Festival svjetskog kazališta) es el evento que atrae a los nombres de mayor prestigio en el ámbito teatral internacional. Se celebra en septiembre en Zagreb, la capital del país, y en dos años consecutivos dio a conocer la obra de Angélica Liddell, Ping Pang Qui y You Are My Destiny (Lo stupro di Lucrezia), en 2013 y 2014 respectivamente. Asimismo, existe una escena alternativa muy diversa que apoya los festivales de performance, producciones off, teatro experimental y de desarrollo, en búsqueda de formas de expresión nuevas y de géneros escénicos híbridos, como el Festival de expresión teatral alternativa (FAKI – Festival alternativnog kazališnog izričaja) y el Festival del teatro de desarrollo, llamado Ganz Novi Festival que en los últimos años trajo a Zagreb la obra de David Espinoza y de María Jerez.

Ping Pang Qui, de Angélica Liddell (Eurokaz, Festival Novog Kazališta, Zagreb, 2013). Fuente: http://www.plesnascena.hr/index.php?p=article&id=1599

Ping Pang Qui, de Angélica Liddell (Eurokaz, Festival Novog Kazališta, Zagreb, 2013). 2

Después de haber descrito las condiciones en que se gestiona la producción del teatro extranjero, se plantea la pregunta sobre las maneras de promoción y difusión del teatro español en Croacia. Como hemos visto, existe un interés creciente por la dramaturgia española que engloba todas las lenguas del país, pero hay que reconocer que la promoción carece de un programa consolidado, tanto por parte de los teatros croatas como por parte de las instituciones españolas o internacionales en Croacia (Instituto Cervantes o Embajada Española en Croacia, por ejemplo). Estamos hablando de una comunidad teatral relativamente pequeña y conectada, donde los proyectos suelen surgir por colaboraciones previas, recomendaciones, esfuerzos individuales e iniciativas propias de autores, directores, actores, teatrólogos, críticos, traductores y otros profesionales. Las publicaciones sobre teatro español, las ediciones de obras dramáticas traducidas y las lecturas dramatizadas provocan interés entre los profesionales y hasta cierto punto aumentan las posibilidades de que una obra llegue a la escena, aunque no aseguran la visibilidad y la difusión que la obra necesita para llegar a un público más amplio. Las actividades del Instituto Internacional de Teatro en Croacia (Internacional Theatre Institute) y las iniciativas innovadoras de promoción y difusión digital del teatro europeo como Eurodram y del teatro español en particular, SpanDram, están fomentando la circulación de textos dramáticos traducidos, ayudando a que las obras lleguen de una manera directa y rápida a los primeros lectores interesados; directores, dramaturgos e instituciones teatrales en Croacia.

Aunque nos cuesta, debemos reconocer que en Croacia el teatro se lee poco y se comunica con un público más amplio exclusivamente a través del escenario. Si reconocemos el peso de este argumento, en primer lugar, habrá que innovar las formas de publicidad e invertir en la promoción de autores, obras y tendencias teatrales españolas que puedan resultar interesantes en otro entorno cultural. Su éxito depende de la inmediatez comunicativa que seamos capaces de establecer entre los expertos teatrales responsables de llevar el texto a la escena en Croacia y los autores españoles cuyas obras pueden ser valoradas positivamente en el mismo ámbito. Los medios digitales abren unas posibilidades inmensas de exploración e innovación en este campo, ya que permiten alcanzar un público más amplio no solo en el país en cuestión, sino en toda la zona lingüística donde se hablan idiomas parecidos, como es el caso de la lengua croata en los Balcanes. Dada la aproximación de las lenguas oficiales en los países ex yugoslavos (Bosnia y Herzegovina, Eslovenia, Montenegro y Serbia), la traducción o el estreno de las obras en Croacia facilita su difusión en toda la región y viceversa.

Los proyectos de traducción y promoción teatral como Eurodram, SpanDram y las ediciones digitales en cierto punto han dado un paso en la misma dirección, descubriendo el potencial de este medio económico e inmediato que puede vincular zonas culturales y lingüísticas alejadas, pero requieren un apoyo institucional desde ambas partes, tanto la española como la croata. Es necesaria una colaboración continua con los centros dedicados a la promoción del teatro español para dar más visibilidad a estos proyectos autónomos y a través de ellos poder llegar al público final. Los teatros en Croacia han mostrado gran interés por el proyecto SpanDram, reconociendo que es una de las pocas fuentes de información sobre el teatro español que reciben. Sin embargo, la participación de las instituciones encargadas de la promoción de cultura española en Croacia va a ser imprescindible para que estas iniciativas cobren la fuerza necesaria y puedan realizar un cambio visible en la escena croata en un futuro próximo.

 

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