N.º 46El texto teatral

 

TERCERA [A ESCENA, QUE EMPEZAMOS]

La Tercera

AAT

Con este número de LAS PUERTAS DEL DRAMA se da paso a una segunda época de la revista que emprendió su andadura allá por el invierno de 1999 con una presentación de Jesús Campos, su creador, en la TERCERA que decía:

Propuesta e interpretación son de hecho las aportaciones vitales de las que siempre se nutrió el arte escénico. De ahí que en el teatro la escritura dramática sea casi tan esencial como la actuación. Y digo casi porque, en ocasiones, se representan obras cuyas propuestas no fueron escritas (ni siquiera reflexionadas previamente) en las cuales la creación se produce simultáneamente a su interpretación…

Pues bien, dieciséis años después, Jesús Campos ha dejado de ser la mano que gobernaba esta revista, a la que, con su buen hacer, supo consolidar como una de los mejores publicaciones de este país, en la que poder reflexionar, estrictamente hablando, sobre la autoría teatral actual. Esta es la razón por la que al imponernos la continuidad de la revista hemos querido recoger aquellas primeras palabras de Jesús y proponerle a un escogido número de destacados estudiosos del teatro, y al autor premiado por la AAT en su última convocatoria, el problema que algunos autores y directores plantean al conceder escaso valor al texto teatral literario como paso previo a su actuación escénica.

¿Las obras de teatro como género literario tienen los días contados? ¿Qué es hoy un texto teatral? ¿Estamos asistiendo a un cambio en las formas estéticas con las que tradicionalmente los autores escribimos nuestros textos teatrales? ¿Obra teatral o texto escénico? ¿Qué hemos de entender por texto escénico? ¿Aquello que autor, director y actor elaboran de forma simultánea en su actuación? ¿O seguimos en el campo propio del autor y éste trata de romper la estructura de la obra teatral tal como ha llegado a ser (con sus valores literarios ligados a su viabilidad de representación) para que la palabra en el texto teatral sea más efectiva en un momento concreto? ¿Cómo enfrentarse, pues, si no se ha visto el espectáculo, a ese texto escénico que adquiere forma literaria al publicarse después de su representación? Molière hablaba ya de lo difícil que era encontrar gente que leyendo un texto supiera ver sus posibilidades escénicas.

Confiamos en que los lectores encuentren, en este número de Las Puertas del Drama, algunas respuestas a estas preguntas entre las distintas opiniones que hemos recogido en sus páginas.

 

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